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Enfermedad pulmonar

Enfermedad pulmonar

Enfermedad pulmonar se refiere a trastornos que afectan los pulmones, los órganos que nos permiten respirar. Las enfermedades pulmonares son una gran preocupación para las mujeres. La cantidad de mujeres en los EE. UU. diagnosticadas con una enfermedad pulmonar continúa en aumento. También, más mujeres están muriendo por enfermedades pulmonares.

¿Qué son las enfermedades pulmonares?

Enfermedad pulmonar se refiere a trastornos que afectan los pulmones, los órganos que nos permiten respirar. Los problemas respiratorios por enfermedades pulmonares pueden evitar que el cuerpo obtenga suficiente oxígeno. Algunos ejemplos de enfermedades pulmonares son:

  • Asma, bronquitis crónica y enfisema
  • Infecciones, como la influenza y neumonía
  • Cáncer de pulmón
  • Sarcoidosis y fibrosis pulmonar

Las enfermedades pulmonares son una gran preocupación para las mujeres. La cantidad de mujeres en los EE. UU. diagnosticadas con una enfermedad pulmonar continúa en aumento. También, más mujeres están muriendo por enfermedades pulmonares.

¿Cuáles son los tipos de enfermedades pulmonares que se dan con mayor frecuencia en mujeres?

Tres de las enfermedades pulmonares más comunes en las mujeres son el asma, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y el cáncer de pulmón.

Asma

El asma es una enfermedad crónica (continua) de las vías respiratorias en los pulmones, denominadas bronquios. Los bronquios transportan el aire hacia y desde los pulmones. En el caso de las personas con asma, las paredes de estas vías respiratorias se inflaman (hinchan) y se vuelven hipersensibles. Las vías respiratorias sobrerreaccionan a factores como el humo, la contaminación del aire, el moho y muchos aerosoles químicos. También pueden irritarse por alérgenos (como el polen y los ácaros del polvo) y por infecciones respiratorias (como el resfrío). Cuando las vías respiratorias sobrerreaccionan, se vuelven más estrechas. Esto limita el flujo de aire que ingresa y sale de los pulmones, y causa problemas respiratorios. Los síntomas del asma incluyen sibilancia, tos y opresión en el pecho.

Las mujeres tienen más posibilidades de tener asma que los hombres, y más posibilidades de morir a causa de ello. El porcentaje de mujeres, especialmente jóvenes, con asma está aumentando en los Estados Unidos. Los investigadores no están seguros del porqué de esto. Muchos expertos creen que la contaminación del aire y los alérgenos contribuyen en este aumento. Respirar humo de tabaco también se relaciona con un mayor riesgo de asma.

Enfermedad pulmonar obstructiva crónica

Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) se refiere a la bronquitis obstructiva crónica y al enfisema. Estas afecciones a menudo ocurren juntas. Ambas enfermedades limitan el flujo del aire hacia y desde los pulmones y dificultan la respiración. La EPOC por lo general empeora con el tiempo.

Una persona con EPOC sufre de inflamación continua en los bronquios, los que transportan el aire hacia y desde los pulmones. Esta irritación causa el crecimiento de células que forman mucosidad. La mucosidad de más causa mucha tos. Con el tiempo, la irritación hace que las paredes de las vías respiratorias aumenten su grosor y desarrollen cicatrices. Las vías respiratorias pueden volverse lo suficientemente gruesas como para limitar el flujo de aire hacia y desde los pulmones. Si eso sucede, la afección se denomina bronquitis obstructiva crónica.

En el caso del enfisema, el tejido pulmonar se debilita, y las paredes de los sacos de aire (alvéolos) se rompen. Normalmente, el oxígeno del aire pasa a la sangre a través de las paredes de estos sacos de aire. En una persona con enfisema, las paredes dañadas de los sacos de aire evitan que pase suficiente oxígeno a la sangre. Esto causa dificultad para respirar, tos y sibilancia.

Más del doble de mujeres que hombres reciben el diagnóstico de bronquitis crónica. El índice de enfisema en las mujeres aumentó aproximadamente un 5 por ciento en los últimos años, pero disminuyó en los hombres. Además, más mujeres que hombres han muerto de EPOC cada año desde 2000. Los investigadores intentan comprender la razón de esto. El consumo de cigarrillos, una causa principal de EPOC, ha aumentado en las mujeres. Una teoría es que el humo del cigarrillo es más dañino para las mujeres que para los hombres.

Cáncer de pulmón

El cáncer de pulmón es una enfermedad en la cual las células pulmonares anormales (malignas) se multiplican y crecen sin control. Estas células cancerosas pueden invadir los tejidos cercanos, propagarse a otras partes del cuerpo, o ambas cosas. Los dos tipos principales de cáncer de pulmón reciben su nombre por la manera en que lucen las células al examinarlas con microscopio. Estas son:

  • Cáncer de pulmón de células pequeñas. Este tipo de cáncer de pulmón tiende a propagarse rápidamente.
  • Cáncer de pulmón de células no pequeñas. Este término se usa en varios tipos de cáncer de pulmón que actúan de manera similar. La mayoría de los tipos de cáncer de pulmón son de células no pequeñas. Este tipo de cáncer de pulmón tiende a propagarse más lento que el cáncer de pulmón de células pequeñas.

En los Estados Unidos, más mujeres mueren de cáncer de pulmón que de cualquier otro tipo de cáncer. El consumo de tabaco es la principal causa de cáncer de pulmón.

Otras enfermedades pulmonares

Algunos problemas pulmonares menos comunes que afectan a las mujeres incluyen:

  • Émbolos pulmonares. Son coágulos sanguíneos que se transportan hacia los pulmones desde otras partes del cuerpo y bloquean los vasos sanguíneos de los pulmones. Algunos factores que aumentan el riesgo incluyen: estar embarazada, haber dado a luz recientemente, tomar píldoras anticonceptivas o estar en terapia hormonal de la menopausia. Los émbolos pulmonares pueden afectar el flujo sanguíneo en los pulmones y pueden reducir el flujo de oxigeno en la sangre. Los émbolos muy grandes pueden causar muerte súbita.
  • Hipertensión pulmonar. Es un tipo de hipertensión en las arterias que transportan la sangre hacia los pulmones. Puede afectar el flujo sanguíneo en los pulmones y puede reducir el flujo de oxigeno en la sangre.
  • Sarcoidosis y fibrosis pulmonar. Estas enfermedades inflamatorias causan rigidez y cicatrices en los pulmones.
  • Linfangioleiomiomatosis (LAM). Esta es una enfermedad pulmonar inusual que afecta principalmente a mujeres de entre 30 y 40 años. Células tipo musculares crecen sin control en ciertos órganos, entre ellos los pulmones.
  • Influenza (gripe) y neumonía. La gripe es una infección respiratoria causada por un virus y puede dañar los pulmones. Por lo general, las personas se recuperan bien de la gripe, pero puede ser peligrosa e incluso mortal para algunas. Quienes están en mayor riesgo son las personas mayores, los niños pequeños, las mujeres embarazadas y las personas con ciertas afecciones de salud como el asma. La neumonía es una inflamación grave de los pulmones, que puede ser causada por bacterias, virus y hongos. Se acumula fluido en los pulmones y puede reducir la cantidad de oxígeno que la sangre puede obtener del aire inhalado. Las personas que están en mayor riesgo son las mayores de 65 años o menores de 2 años, o las que ya tienen problemas de salud. Las vacunas son la mejor protección contra la gripe y la neumonía.

¿Qué causa las enfermedades pulmonares?

Los expertos no conocen las causas de todos los tipos de enfermedades pulmonares, pero sí saben las causas de algunas. Algunos de estos factores son:

  • Fumar. El humo de los cigarrillos, los puros y las pipas es la causa número uno de enfermedad pulmonar. No comiences a fumar, o déjalo si ya lo haces. Si vives o trabajas con un fumador, evita ser fumador pasivo. Pídele a los fumadores que fumen afuera. El humo de segunda mano es especialmente dañino para bebés y niños pequeños.
  • Radón. Este gas sin color ni olor se encuentra presente en muchas viviendas y es una causa reconocida de cáncer de pulmón. Puedes medir los niveles de radón con un kit, disponible en muchas ferreterías. Si encuentras un nivel alto de radón en tu hogar, es posible reducirlo.
  • Amianto. Es una fibra mineral natural que se usa en materiales de aislamiento, materiales ignífugos, frenos de autos, y otros productos. El amianto puede desprender fibras que son demasiado pequeñas como para verlas, y pueden ser inhaladas. El amianto daña las células pulmonares, lo cual causa cicatrices en los pulmones y cáncer de pulmón. Puede causar mesotelioma, que es un cáncer que se forma en el tejido que cubre los pulmones y muchos otros órganos del cuerpo.
  • Contaminación del aire. Estudios recientes sugieren que algunos contaminantes del aire, como los gases emitidos por los autos, pueden contribuir a causar asma, EPOC, cáncer de pulmón y otras enfermedades pulmonares.

Algunas enfermedades que afectan los pulmones, como la gripe, son causadas por gérmenes (bacterias, virus y hongos).

¿Cómo sé si tengo una enfermedad pulmonar?

Es fácil pasar por alto los primeros signos de cáncer de pulmón. A menudo, uno de los primeros signos de este tipo de cáncer es no tener el nivel habitual de energía.

Los signos y síntomas pueden diferir según el tipo de cáncer de pulmón. Algunos signos comunes son:

  • Dificultad para respirar
  • Falta de aire
  • Sentir que no estás recibiendo suficiente aire
  • Menor capacidad de ejercitarse
  • Tos que no se va
  • Tos con sangre o flema
  • Dolor o incomodidad al inhalar o exhalar

Asegúrate de llamar a tu médico si tienes cualquiera de estos síntomas.

¿Cómo sé si tengo asma?

El asma puede ser difícil de diagnosticar. Los signos del asma pueden parecerse a los de la EPOC, neumonía, bronquitis, embolia pulmonar, ansiedad y enfermedad cardíaca.

Los síntomas comunes del asma son:

  • Tos
  • Sibilancia
  • Opresión en el pecho
  • Falta de aire

Para diagnosticar el asma, el médico preguntará sobre tus síntomas y qué los causa, revisará tus antecedentes de salud y realizará un examen físico.

Para confirmar el diagnóstico, puede que el médico realice otras pruebas, como:

  • Espirometría. El médico usa un dispositivo médico llamado espirómetro. Esta prueba mide la cantidad de aire que puedes inhalar y exhalar. También mide la rapidez con que puedes exhalar. El médico también puede darte medicamentos y luego volverte a examinar para ver si tus resultados mejoran.
  • Provocación bronquial. Se prueba la función de tus pulmones usando espirometría mientras se hace más presión en los pulmones. Esto puede ocurrir durante la actividad física o luego de que inhalas mayores dosis de un producto químico especial o aire frío.
  • Radiografías de pecho o ECG (electrocardiograma). Estas pruebas pueden a veces revelar si otra enfermedad o algún objeto externo es la causa de tus síntomas.
  • Otras pruebas: Es posible que el médico quiera realizar pruebas para otros problemas que podrían ser la causa de los síntomas. Estos incluyen ácido estomacal que sube hasta la garganta, problemas en las cuerdas vocales, o apnea del sueño.

¿Cómo se trata el asma?

El asma es una enfermedad crónica. Se pueden usar medicamentos para tratar el asma, pero no lo curan. Puedes ayudar a controlar tus síntomas hablando con tu médico para establecer, y luego seguir, un plan de acción personalizado para el asma. El plan incluirá posibles medicamentos y maneras de evitar cosas que desencadenan tu asma.

Seguir un plan de acción para el asma

Tu plan de acción para el asma incluirá:

  • Los tipos de medicamentos que debes tomar
  • Cuándo tomar los medicamentos
  • Cómo monitorear regularmente tu asma
  • Maneras de evitar lo que desencadena tu asma
  • Cuándo llamar a tu médico o ir a una sala de emergencias

Tomar medicamentos
Los medicamentos para el asma abren las vías respiratorias de los pulmones. Los medicamentos que se usan para tratar el asma se clasifican en dos grupos: control a largo plazo y alivio rápido.

Los medicamentos de control a largo plazo deben tomarse todos los días, por lo general durante un período largo de tiempo. Ayudan a evitar los síntomas desde el principio. Una vez que ocurren los síntomas, no brindan alivio rápido. Estos medicamentos incluyen:

  • corticosteroides inhalados. Son los medicamentos preferidos para el control del asma a largo plazo. Alivian la inflamación e hinchazón de las vías respiratorias.
  • Agonistas beta2 de acción prolongada. Estos medicamentos inhalados a menudo se agregan a corticosteroides inhalados de baja dosis para mejorar el control del asma a largo plazo.
  • Modificadores de leucotrienos. Estas píldoras ayudan a bloquear la reacción en cadena que causa inflamación en las vías respiratorias.
  • Cromolín y nedocromil. Estos medicamentos inhalados pueden evitar que las vías respiratorias reaccionen en respuesta a un desencadenante de asma.
  • Teofilina. Es una píldora que ayuda a abrir las vías respiratorias.

Los medicamentos de alivio rápido se usan solo cuando son necesarios. Estos incluyen agonistas beta2 inhalados de acción corta y broncodilatadores de acción corta, como el albuterol y el pirbuterol. Los medicamentos de alivio rápido a menudo alivian los síntomas en minutos. Actúan relajando rápidamente los músculos tensos alrededor de las vías respiratorias. Se toman cuando los síntomas empeoran para evitar un ataque de asma severo y para detener el ataque cuando ya comenzó.

Evitar los desencadenantes del asma

Evita lo que empeora tu asma. Algunos desencadenantes comunes del asma son: humo de tabaco, pelo de animales, ácaros del polvo, contaminación del aire, moho y polen. Puedes probar productos "sin aroma" si los aromas son la causa de tu asma. Habla con tu médico acerca de las vacunas para alergias si los síntomas de tu asma están relacionados con alérgenos que no puedes evitar. Las vacunas pueden reducir o prevenir los síntomas, pero no curarán el asma. Puedes reducir tu exposición a la contaminación del aire limitando tus actividades en exteriores en días en que la calidad del aire en tu vecindario es mala.

¿Cuáles son los riesgos del asma en el embarazo?

Las personas con EPOC tienen síntomas que se desarrollan muy lentamente durante el transcurso de muchos años. Como resultado, muchas personas pasan por alto estos síntomas hasta que la enfermedad ya está en una etapa avanzada. La EPOC puede diagnosticarse fácilmente y también puede controlarse.

Los síntomas de la EPOC incluyen:

  • Tos continua que a menudo produce gran cantidad de mucosidad
  • Falta de aire, especialmente durante la actividad física
  • Sibilancia
  • Opresión en el pecho

Si tienes todos o algunos de estos síntomas, asegúrate de hablar con tu médico.

Para saber si tienes EPOC, el médico:

  • Preguntará sobre tus síntomas
  • Preguntará sobre tus antecedentes médicos, incluso antecedentes familiares
  • Preguntará sobre tus antecedentes de exposición a cosas que pueden causar EPOC, tales como humo de tabaco, contaminación del aire o productos químicos
  • Realizará un examen físico, que incluye el uso de un estetoscopio para escuchar sibilancia u otros sonidos anormales en el pecho

La prueba principal para examinar la EPOC es la espirometría. Para esta prueba, se te pedirá que respires profundo y exhales lo más fuerte que puedas en un tubo que está conectado a un espirómetro. Esta máquina mide la cantidad de aire que exhalas y la rapidez con que lo haces.

Otras pruebas pueden incluir:

  • Radiografías de pecho o tomografía computarizada (TC) de pecho: Estas pruebas crean imágenes del corazón y de los pulmones. Las imágenes pueden mostrar signos de EPOC. También pueden mostrar si tus síntomas son causados por otra afección, como insuficiencia cardíaca.
  • Prueba de gasometría arterial. Esta prueba de sangre mide los niveles de oxígeno y dióxido de carbono en tu sangre. Puede ayudar a determinar la gravedad de la EPOC y si es necesario hacer una terapia con oxígeno.

¿Cómo sé si sufro una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)?

Las personas con EPOC tienen síntomas que se desarrollan muy lentamente durante el transcurso de muchos años. Como resultado, muchas personas pasan por alto estos síntomas hasta que la enfermedad ya está en una etapa avanzada. La EPOC puede diagnosticarse fácilmente y también puede controlarse.

Los síntomas de la EPOC incluyen:

  • Tos continua que a menudo produce gran cantidad de mucosidad
  • Falta de aire, especialmente durante la actividad física
  • Sibilancia
  • Opresión en el pecho

Si tienes todos o algunos de estos síntomas, asegúrate de hablar con tu médico.

Para saber si tienes EPOC, el médico:

  • Preguntará sobre tus síntomas
  • Preguntará sobre tus antecedentes médicos, incluso antecedentes familiares
  • Preguntará sobre tus antecedentes de exposición a cosas que pueden causar EPOC, tales como humo de tabaco, contaminación del aire o productos químicos
  • Realizará un examen físico, que incluye el uso de un estetoscopio para escuchar sibilancia u otros sonidos anormales en el pecho

La prueba principal para examinar la EPOC es la espirometría. Para esta prueba, se te pedirá que respires profundo y exhales lo más fuerte que puedas en un tubo que está conectado a un espirómetro. Esta máquina mide la cantidad de aire que exhalas y la rapidez con que lo haces.

Otras pruebas pueden incluir:

  • Radiografías de pecho o tomografía computarizada (TC) de pecho: Estas pruebas crean imágenes del corazón y de los pulmones. Las imágenes pueden mostrar signos de EPOC. También pueden mostrar si tus síntomas son causados por otra afección, como insuficiencia cardíaca.
  • Prueba de gasometría arterial. Esta prueba de sangre mide los niveles de oxígeno y dióxido de carbono en tu sangre. Puede ayudar a determinar la gravedad de la EPOC y si es necesario hacer una terapia con oxígeno.

¿En qué consiste el tratamiento contra la EPOC?

El daño a los pulmones no puede repararse. Sin embargo, la enfermedad puede disminuir evitando ciertas exposiciones. En el caso de los fumadores, el mejor método es dejar de fumar. También debes limitar tu exposición al humo, al polvo, a los gases y a los vapores irritantes en tu casa y en el trabajo. También, limita las actividades al aire libre durante alertas de contaminación ambiental. El tratamiento puede aliviar los síntomas. Los medicamentos comunes son:

  • Broncodilatadores para abrir los conductos de aire en los pulmones.
  • Esteroides inhalados para aliviar los síntomas reduciendo la inflamación en los pulmones
  • Antibióticos para curar infecciones en los pulmones

Para los pacientes con EPOC, los médicos también pueden recomendar:

  • Vacunas contra la gripe. La influenza (gripe) puede causar problemas graves en las personas con EPOC.
  • Vacunas contra la neumonía. La vacuna neumocócica reduce el riesgo de algunos tipos de neumonía.
  • Rehabilitación pulmonar. Este tratamiento ayuda a las personas a lidiar con la EPOC, tanto física como mentalmente. Puede incluir ejercicio, entrenamiento para controlar la enfermedad, consejos de alimentación y asesoramiento.
  • Terapia con oxígeno. El paciente recibe oxígeno adicional, a través de un tubo o una máscara.
  • Cirugía. A veces, la cirugía puede ayudar a que las personas con EPOC grave se sientan mejor. La cirugía de trasplante de pulmón se está volviendo más común en personas con enfisema grave. También se usa otro procedimiento llamado cirugía de reducción del volumen pulmonar para tratar a algunos pacientes con EPOC grave del tipo enfisema. En esta cirugía, se extrae la parte más dañada de cada pulmón.

¿Cómo sé si tengo cáncer de pulmón?

Por lo general, no hay señales de advertencia en las primeras etapas del cáncer de pulmón. Cuando la mayoría de las personas con cáncer de pulmón empiezan a sentir síntomas, el cáncer ya se volvió más grave.

Los síntomas del cáncer de pulmón pueden incluir:

  • Tos que no se alivia o que empeora
  • Problemas para respirar, como falta de aire
  • Tos con sangre
  • Dolor en el pecho
  • Ronquera o sibilancia
  • Neumonía que no se alivia, o que se alivia pero vuelve

Además, te puedes sentir muy cansada, tener pérdida de apetito o perder peso de manera inexplicable. Si tienes síntomas de cáncer de pulmón, es importante que hables con tu médico. El médico hará preguntas sobre tus antecedentes de salud, si fumas o no, y sobre la exposición a sustancias dañinas. También realizará un examen físico y puede sugerir algunas pruebas.

Las pruebas comunes para diagnosticar el cáncer de pulmón incluyen:

  • Radiografías de pecho. Las radiografías de pecho permiten a los médicos "ver" crecimientos anormales en los pulmones.
  • Tomografías computarizadas (TC). Las tomografías computarizadas son más potentes que las radiografías estándar. Las imágenes pueden mostrar signos sutiles de cáncer que no muestran las radiografías. Esto puede aumentar las posibilidades de detectar cáncer antes de que se propague.
  • Citología de esputo. Se estudia una muestra de mucosa expulsada al toser para ver si tiene células cancerosas.
  • Broncoscopia. Los médicos pasan un tubo especial llamado broncoscopio por la nariz o boca hasta los pulmones. Pueden ver los pulmones y extraer trozos pequeños de tejido para someterlos a pruebas.
  • Aspiración con aguja fina. Los médicos pasan una aguja a través de la pared torácica hasta el pulmón para extraer una pequeña cantidad de tejido o fluido.
  • Toracotomía. Los médicos abren el pecho y extraen tejido de los pulmones.

Si fumo, ¿debería hacerme estudios para descartar cáncer de pulmón?

Las pruebas de cáncer realizadas antes de tener síntomas se llaman pruebas de detección. Las pruebas de detección pueden ayudan a encontrar cáncer en sus comienzos, cuando es más fácil de tratar.

Muchos estudios demuestran que realizar pruebas de detección en fumadores con radiografías o citología de esputo no ayuda a salvar vidas. Sin embargo, recientemente un importante estudio reveló que las tomografías computarizadas en personas mayores que fuman mucho (o que solían fumar mucho) pueden salvar vidas. Puedes obtener más información acerca de los resultados del estudio, que se llama National Lung Screening Trial (Estudio nacional de pruebas de detección en pulmones). Los expertos siguen trabajando para averiguar quiénes deben realizarse pruebas de detección con tomografía computarizada. Las pruebas de detección de cáncer de pulmón implican riesgos y beneficios.

Por ahora, la Fuerza de Tareas de Servicios Preventivos de los Estados Unidos (USPSTF, por sus siglas en inglés) no hace recomendaciones en cuanto a si es bueno o malo hacerse pruebas de detección rutinarias para el cáncer de pulmón. Si te preocupa tu riesgo de sufrir cáncer de pulmón, habla con tu médico acerca de si realizarte pruebas de detección es adecuado para ti. Por supuesto, la mejor manera de reducir tu riesgo de cáncer de pulmón es no fumar.

¿Cómo se trata el cáncer de pulmón?

A veces, la función de los tratamientos para el cáncer de pulmón es intentar curar el cáncer. En otras ocasiones, la función de los tratamientos es evitar que el cáncer se propague y aliviar los síntomas.

Tu tratamiento específico dependerá de:

  • El tipo de cáncer de pulmón
  • Dónde está el cáncer y si se ha propagado a otras partes del cuerpo
  • Tu edad y tu salud general

Tu médico puede recomendar un tratamiento o una combinación de tratamientos.

La cirugía se realiza para extraer el tejido pulmonar que tiene el tumor canceroso. A veces, se extrae una gran parte del pulmón o el pulmón completo. Cuando el cáncer no se ha propagado, la cirugía puede curar al paciente.

En la radioterapia se usa una máquina que dirige rayos X de alta energía al tumor. Esta energía mata las células cancerosas. La radioterapia puede aliviar el dolor y hacer que la persona se sienta mejor.

En la quimioterapia se usa una máquina para matar las células cancerosas. Los medicamentos de quimioterapia pueden suministrarse a través de una vena o tomarse como píldora.

La terapia dirigida utiliza medicamentos para bloquear el crecimiento y la propagación de células cancerosas. Pueden suministrarse a través de una vena o tomarse como píldora.

Para averiguar acerca de investigaciones sobre nuevos tratamientos para el cáncer de pulmón, visita el sitio web de ensayos clínicos del Instituto Nacional del Cáncer.

¿Puedo reducir el riesgo de tener una enfermedad pulmonar?

Algunas cosas que puedes hacer para reducir el riesgo de contraer enfermedades pulmonares incluyen:

  • Dejar de fumar. Si fumas, lo más importante que puedes hacer es dejar de hacerlo. Habla con tu médico sobre la mejor manera de dejar de fumar. Todos los tipos de tabaquismo (cigarrillos, puros, pipas y marihuana) pueden aumentar las posibilidades de contraer enfermedades pulmonares.
  • Evita ser fumador pasivo. Si vives o trabajas con personas que fuman cigarrillos, pipas o puros, pídeles que fumen afuera. Los no fumadores tienen el derecho de trabajar en un lugar sin humo.
  • Pruebas de detección de radón. Averigua si hay niveles altos de gas radón en tu hogar o lugar de trabajo. Puedes comprar un kit de prueba de radón en la mayoría de las ferreterías. La Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. ofrece información sobre cómo lidiar con el radón.
  • Evitar la exposición al amianto. La exposición al amianto puede causar cicatrices en los pulmones, cáncer de pulmón y otras enfermedades pulmonares graves. El amianto puede ser una especial preocupación para quienes trabajan en lugares donde tienen contacto con él. Esto incluye personas que mantienen edificios que tienen aislamiento u otros materiales que contienen amianto y personas que reparan frenos o embragues de vehículos. Los empleadores de personas que trabajan con amianto deben ofrecer capacitación de seguridad sobre el amianto y también revisar regularmente los niveles de exposición. También deben proporcionar maneras de limitar la exposición, como por ejemplo máscaras especiales que filtran el polvo de amianto en el aire.
  • Protégete del polvo y de los gases químicos. Trabajar en lugares con mucho polvo o con productos químicos puede aumentar el riesgo de cáncer de pulmón. Y el riesgo no radica solo en los productos químicos industriales. Muchos productos que se usan en el hogar, como pinturas y disolventes, pueden causar o agravar el cáncer de pulmón. Lee las etiquetas y sigue las instrucciones de uso cuidadosamente. Si es posible, evita usar productos que causen irritación en los ojos, la nariz o la garganta. Si no puedes evitarlos, úsalos lo menos posible y solo en lugares bien ventilados. Usa equipos protectores, como por ejemplo una máscara especial. Asegúrate de saber qué tipo de equipo necesitas y cómo ponértelo.
  • Sigue una dieta saludable. El Instituto Nacional del Cáncer indica que, según estudios, comer muchas frutas y verduras puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer de pulmón. Por supuesto, la dieta no puede revertir los daños causados por conductas no saludables, como fumar.
  • Pregúntale a tu médico si debes hacerte una prueba de espirometría. Algunos grupos recomiendan las pruebas de espirometría rutinarias en personas en riesgo, como por ejemplo las mayores de 45 que fuman, y las personas expuestas a sustancias dañinas para los pulmones en su lugar de trabajo.
  • Pregúntale a tu médico sobre cómo protegerte de la gripe y la neumonía con vacunas.
  • Visita a tu médico si tienes tos que no se va, problemas para respirar, dolor o incomodidad en el pecho, o cualquiera de los otros síntomas descritos aquí.

¿Pudimos responder tus preguntas sobre enfermedades pulmonares?

Para obtener más información acerca de la enfermedad pulmonar, llama a la línea de ayuda de OWH al 1-800-994-9662 o comunícate con las siguientes organizaciones: