Depresión
La depresión afecta tanto a hombres como mujeres, pero todos los años, el número de mujeres diagnosticadas con depresión es mayor al de los hombres. Dicho esto, la depresión no es una "parte normal de ser mujer" ni tampoco es "debilidad femenina". Muchas mujeres con depresión nunca buscan tratamiento. Sin embargo, la mayoría de las mujeres, incluso aquellas con el tipo de depresión más grave, pueden mejorarse con tratamiento.
¿Qué es la depresión?
La vida está llena de altibajos. Pero cuando los momentos malos duran semanas o meses por vez o te impiden hacer tus actividades diarias, es posible que tengas depresión. La depresión es una enfermedad médica que involucra el cuerpo, el estado de ánimo y los pensamientos. Afecta la manera en que comes y duermes, la manera en que te sientes contigo misma, y la manera en que piensas sobre las cosas.
Es diferente a sentirse melancólica o triste por algunas horas o un par de días. No es una afección que simplemente se acaba o desaparece.
¿Cuáles son los diferentes tipos de depresión?
Algunos tipos de depresión son:
- Trastorno depresivo severo. También conocido como depresión severa, es una combinación de síntomas que afectan la capacidad de una persona de trabajar, dormir, estudiar, comer y disfrutar de pasatiempos.
- Trastorno distímico. También conocido como distimia, este tipo de depresión dura mucho tiempo (dos años o más). Los síntomas son menos graves que los de una depresión severa pero pueden impedirte vivir una vida normal o sentirte bien.
Algunos tipos de depresión tienen síntomas levemente diferentes a los descritos arriba. Algunos pueden comenzar luego de una situación específica. No obstante, no todos los científicos están de acuerdo en cuanto a cómo etiquetar y definir estos tipos de depresión, entre los que se incluyen:
- Depresión psicótica, que se produce cuando una depresión grave viene acompañada por algún tipo de psicosis, como un quiebre con la realidad, alucinaciones y delirios.
- Depresión posparto, la cual se diagnostica cuando una madre que acaba de dar a luz experimenta un episodio depresivo importante durante el mes posterior al parto.
- Trastorno afectivo estacional (SAD, por sus siglas en inglés), que es una depresión que aparece en los meses de invierno, cuando hay menos luz natural.
¿Cuáles son las causas de la depresión?
No existe una sola causa de depresión. La Fuerza de Tareas de Servicios Preventivos de los Estados Unidos recomienda las pruebas de detección de depresión para todos, independientemente de los factores de riesgo. Sin embargo, ciertas cosas pueden aumentar el riesgo de depresión de una mujer:
- Genética (antecedentes familiares): si una mujer tiene antecedentes familiares de depresión, puede estar en más riesgo de sufrirla también. Sin embargo, la depresión también puede ocurrir en mujeres sin antecedentes familiares.
- Desequilibrio químico: el cerebro de las personas con depresión se ve diferentes al de las personas sin depresión. También, las partes del cerebro que controlar el estado de ánimo, los pensamientos, el sueño, el apetito y el comportamiento no tienen el equilibrio químico adecuado.
- Factores hormonales: cambios en el ciclo menstrual, embarazo, aborto espontáneo, período después del parto, perimenopausia y menopausia pueden causar depresión en las mujeres.
- Estrés: sucesos estresantes de la vida, como un trauma, la pérdida de un ser querido, una mala relación, responsabilidades laborales, cuidar niños y padres ancianos, abuso y pobreza pueden causar depresión en algunas personas.
- Enfermedad médica: lidiar con enfermedades médicas graves como accidente cerebrovascular, ataque cardíaco o cáncer puede causar depresión.
¿Cuáles son los signos de depresión?
No todas las personas con depresión tienen los mismos síntomas. Algunas personas pueden tener solo algunos, y otras muchos. La frecuencia con que ocurren los síntomas, y la duración de los mismos, difiere de una persona a otra. Estos son algunos síntomas de depresión:
- Tristeza, ansiedad o sensación de "vacío"
- Sentirse sin esperanzas
- Pérdida del interés en pasatiempos y actividades que antes disfrutabas
- Energía reducida
- Dificultad para concentrarse, recordar o tomar decisiones
- No poder dormir, despertarse muy temprano o dormir demasiado y no querer levantarse
- No sentir ganas de comer y perder peso, o comer para "sentirse mejor" y aumentar de peso
- Pensamientos sobre hacerte daño a ti misma
- Pensamientos de muerte o suicidio
- Enojarse, molestarse o enfurecerse con facilidad
- Síntomas físicos constantes que no mejoran con tratamiento, como dolor de cabeza, dolor de estómago y dolor que no se alivia
Creo que podría padecer depresión. ¿Cómo puedo obtener ayuda?
A continuación, puedes ver algunos ejemplos de personas y lugares que pueden ayudarte a conseguir tratamiento.
- Médico de cabecera
- Consejeros o trabajadores sociales
- Servicios familiares, agencias de servicio social, o clérigos
- Programas de asistencia al empleado (PAE)
- Psicólogos y psiquiatras
Si no estás segura dónde acudir por ayuda, consulta las páginas amarillas en las secciones salud mental, salud, servicios sociales, prevención de suicidio, servicios de intervención en situaciones de crisis, líneas de ayuda, hospitales o médicos para encontrar números de teléfono y direcciones.
¿Qué pasa si tengo pensamientos sobre hacerme daño?
La depresión puede hacerte pensar en causarte daño o suicidarte. Algunas de las razones por las que podrías causarte daño incluyen:
- Aliviar el dolor emocional y la angustia
- Evitar, distraerte de o contener sentimientos fuertes
- Intentar sentirte mejor
- Olvidar un recuerdo o pensamiento doloroso
- Castigarte
- Liberar o expresar enojo que tienes miedo de expresarle a otras personas
Sin embargo, al causarte daño solo logras eso: causarte daño. Si estás pensando en causarte daño o incluso suicidarte, ¡pide ayuda! Llama al 911, 800-273-TALK (8255) o 800-SUICIDE, o busca en tu directorio telefónico el número de un centro de crisis para casos de suicidio. Los centros ofrecen expertos que pueden ayudar a las personas con sus problemas y desarrollar un plan de acción. En estas líneas de ayuda también te pueden decir dónde ir para obtener más ayuda en persona. También puedes hablar con un familiar de confianza, un clérigo o un médico. No tiene nada de malo pedir ayuda; todos necesitamos ayuda a veces.
Quizás sientas que tu dolor es demasiado como para lidiar con él, pero esos momentos no duran para siempre. Las personas lo hacen a través de pensamientos suicidas. Si no encuentras a alguien con quien hablar, escribe tus pensamientos. Intenta recordar y escribir las cosas por las que te sientes agradecida. Haz una lista de las personas que son tus amigos y familiares, y que se preocupan por ti. Escribe tus esperanzas para el futuro. ¡Lee lo que escribiste cuando necesites recordarte que tu vida es IMPORTANTE!
¿Cómo se detecta y se trata la depresión?
La mayoría de las personas con depresión mejoran cuando obtienen tratamiento.
El primer paso para obtener el tratamiento adecuado es visitar a un médico. Algunos medicamentos, así como algunas afecciones (como algunos virus o un trastorno de la tiroides) pueden causar los mismos síntomas que una depresión. También, es importante descartar la depresión que está asociada con otra enfermedad mental llamada trastorno bipolar. Un médico puede descartar estas posibilidades con un examen físico, haciendo preguntas o realizando pruebas de laboratorio, según la afección médica. Si es posible descartar una afección médica y el trastorno bipolar, el médico debe realizar un examen psicológico o derivar a la persona a un profesional de salud mental.
Una vez identificada, la depresión casi siempre puede ser tratada con:
- Terapia
- Medicamentos antidepresivos
- Una combinación de terapia y medicamentos
Algunas personas con formas más leves de depresión mejoran solo con la terapia. Otras con casos de depresión de moderada a severa pueden beneficiarse gracias a los antidepresivos. Es posible que pasen unas semanas o unos meses antes de que comiences a sentir un cambio en tu estado de ánimo. A algunas personas les funciona mejor ambos tratamientos: terapia y antidepresivos.
¿Debo dejar de tomar mi antidepresivo durante el embarazo?
La decisión de si continuar con los medicamentos o no es difícil. Debes hablar con tu médico. Los medicamentos que se toman durante el embarazo llegan al feto. En casos inusuales, se han asociado algunos antidepresivos con problemas respiratorios y cardíacos en recién nacidos, además de nerviosismo, hipoglucemia y dificultad para alimentarse luego del parto. Sin embargo, las mamás que dejan los medicamentos pueden estar en alto riesgo de que la depresión vuelva. Habla con tu médico sobre los riesgos y beneficios de tomar antidepresivos durante el embarazo. Tu médico puede ayudarte a decidir lo que es mejor para ti y tu bebé.
En algunos casos, la mujer y el médico pueden decidir reducir gradualmente la dosis de antidepresivos durante el último mes de embarazo. Esto puede ayudar al recién nacido a sufrir menos síntomas de abstinencia. Luego del parto, la mujer puede volver a su dosis completa. Esto puede ayudarle a sentirse mejor durante el período posparto, cuando el riesgo de depresión puede ser mayor.
¿Debo dejar de tomar mi antidepresivo durante la lactancia materna?
Si dejaste de tomar tus medicamentos durante el embarazo, es posible que debas comenzar a tomarlos de nuevo luego de que nazca el bebé. Ten en cuenta que debido a que los medicamentos se pueden transmitir a la leche materna, la lactancia puede suponer un riesgo para el bebé.
Sin embargo, muchas investigaciones demuestran que ciertos antidepresivos, tales como algunos de los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) se han utilizado de manera relativamente segura durante la lactancia materna. (Los ISRS son un tipo de antidepresivo para tratar la depresión y los trastornos de ansiedad). Debes hablar con tu médico para saber si la lactancia materna es una opción o si debes alimentar a tu bebé con leche de fórmula. Aunque la lactancia materna tiene algunas ventajas para el bebé, lo más importante, como madre, es que debes mantenerte saludable para que puedas cuidar a tu bebé.
Antes de tomar medicamentos para un trastorno de ansiedad:
- Pídele a tu médico que te informe los efectos y los efectos secundarios del medicamento.
- Cuéntale a tu médico sobre terapias alternativas o medicamentos de venta libre que usas.
- Pregúntale a tu médico cuándo y cómo debes dejar de tomar el medicamento. Algunos medicamentos no pueden dejar de tomarse abruptamente, pero sí puedes disminuir lentamente el consumo bajo la supervisión de tu médico.
- Habla con tu médico para determinar qué medicamento es el adecuado para ti y cuál es la mejor dosis.
- Ten en cuenta que algunos medicamentos son efectivos solo si se toman con regularidad y que los síntomas pueden volver si se dejan de tomar.
¿Es seguro para los adultos jóvenes consumir antidepresivos?
Es posible que sea seguro tratar a las personas jóvenes con antidepresivos. Sin embargo, las compañías farmacéuticas que hacen antidepresivos tienen la obligación de colocar una etiqueta de advertencia de "caja negra" en los medicamentos. Una advertencia de "caja negra" es el tipo de advertencia más grave en medicamentos con receta.
Es posible que los antidepresivos causen que los niños, adolescentes y adultos jóvenes piensen más en el suicidio o que comentan el suicidio. En 2007, la FDA afirmó que los fabricantes de todos los medicamentos antidepresivos deben ampliar la advertencia para incluir a los adultos jóvenes de hasta 24 años.
La advertencia dice que los pacientes de todas las edades que toman antidepresivos deben ser vigilados de cerca, especialmente durante las primeras semanas de tratamiento. Algunos posibles efectos secundarios son empeoramiento de la depresión, pensamientos o comportamientos suicidas, o cualquier cambio inusual en el comportamiento, como por ejemplo insomnio, nerviosismo o aislamiento de situaciones sociales normales. Los familiares y los cuidadores deben monitorear de cerca al paciente, e informarle al médico cualquier cambio en el comportamiento. Puedes encontrar la información más reciente de la FDA sobre los antidepresivos en su sitio web.
¿Puedo tomar la hierba de San Juan para tratar la depresión?
La hierba de San Juan es una planta con flores amarillas que se ha usado por siglos para tratar problemas de salud, entre ellos la depresión y ansiedad. Sin embargo, investigaciones de los Institutos Nacionales de la Salud revelaron que la hierba de San Juan no fue eficaz para tratar la depresión severa.
Otras investigaciones revelan que la hierba de San Juan puede inhibir la eficacia de algunos medicamentos o que puede causar efectos secundarios peligrosos. Al parecer, esta hierba interfiere con ciertos tipos de medicamentos que se usan para tratar enfermedades cardíacas, VIH, depresión, crisis convulsivas, ciertos tipos de cáncer y rechazo de trasplante de órganos. La hierba también puede reducir la eficacia de las píldoras anticonceptivas. Por estos motivos, las personas siempre deben consultar con sus médicos antes de tomar cualquier suplemento herbal.
La hierba de San Juan no es una terapia comprobada para la depresión. Si la depresión no se trata de la manera correcta, puede agravarse y, en algunos casos, puede llevar al suicidio.
¿Cómo puedo ayudarme si tengo depresión?
Puede que te sientas agotada, incapaz y sin esperanzas. Puede resultar muy difícil hacer algo para ayudarte. Pero es importante darse cuenta de que estos sentimientos son parte de la depresión y no reflejan la vida real. A medida que comprendas tu depresión y comiences el tratamiento, los pensamientos negativos desaparecerán. Mientras tanto:
- Realiza alguna actividad o ejercicio moderados. Anda a ver una película, un partido de béisbol u otro evento o actividad que antes disfrutabas. Participa en actividades religiosas, sociales o de otro tipo.
- Establece objetivos realistas para ti misma.
- Divide tareas grandes en varias pequeñas, establece algunas prioridades y haz lo que puedas, como puedas.
- Trata de pasar tiempo con otras personas y comparte tus sentimientos con un amigo o pariente de confianza. Intenta no aislarte, y deja que otros te ayuden.
- Espera que tu estado de ánimo mejore gradualmente, no de inmediato. No esperes superar repentinamente tu depresión. Durante el tratamiento para la depresión, el sueño y el apetito suelen comenzar a mejorar antes que el estado de ánimo.
- Pospone decisiones importantes, como por ejemplo casarse, divorciarse o cambiar de trabajo, hasta que te sientas mejor. Habla sobre tus decisiones con otras personas que te conocen bien y tienen una visión más objetiva de tu situación.
- Ten la confianza de que los pensamientos positivos reemplazarán a los negativos a medida que tu depresión responda al tratamiento.
Más información sobre depresión
Para obtener más información acerca de la depresión, llama a la línea de ayuda de OWH al 1-800-994-9662 (TDD:888-220-5446) o consulta los siguientes recursos de otras organizaciones:
- Depression and Bipolar Support Alliance (versión en inglés)
Teléfono: 800-826-3632 - Kristin Brooks Hope Center
Teléfono: 800-SUICIDE (784-2433) - Instituto Nacional de Salud Mental, NIH
Teléfono: 866-615-6464 - Línea Nacional de Prevención del Suicidio
Teléfono: 800-273-TALK (8255) - Substance Abuse and Mental Health Administration Publications, SAMHSA, HHS
Teléfono: 800-789-2647