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Semana nacional de concientización sobre trastornos de la conducta alimentaria

Semana nacional de concientización sobre trastornos de la conducta alimentaria

Médica mirando la historia clínica de una paciente.

La Semana Nacional de Concientización sobre Trastornos de la Conducta Alimentaria (NEDAW, por sus siglas en inglés) pone de relieve la gravedad de los trastornos de la conducta alimentaria en los Estados Unidos, en particular de mujeres y adolescentes de todas las edades. Durante toda la semana, la Oficina para la Salud de la Mujer (OWH, por sus siglas en inglés) reunirá a organizaciones, comunidades y profesionales de la salud de todo el país con el objetivo de generar conciencia sobre los trastornos de la conducta alimentaria y los impactos relacionados, las desigualdades, los recursos y las opciones de tratamiento.

El lema de esta año, "Hablemos de los trastornos de la conducta alimentaria, sus estigmas sociales y una recuperación con dignidad", se centra en comprender todo lo que sucede en torno a este trastorno, qué hacer frente a los prejuicios más comunes sobre esta condición, cómo generar conciencia sobre las desigualdades en el acceso al diagnóstico y los tratamientos, las prácticas recomendadas para mejorar la calidad de los cuidados y cómo empoderar a las personas cuando buscan recuperarese y recibir asistencia y acompañamiento.

ADM Rachel L. Levine, M.D., Subsecretaria Adjunta para la Salud, Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU.

Tema del día en la NEDAW 2024

Durante la NEDAW, la OWH se centrará en un tema diferente cada día de la semana para concientizar sobre los trastornos alimentarios, acercar recursos a las personas y comprender las diferentes formas de buscar tratamiento y acompañamiento. A continuación puedes ver los temas de cada día.

¡Comparte nuestros mensajes con el hashtag #NEDAW2024 desde el informe de la NEDAW 2024 y el contenido disponible en tus redes sociales!

Lunes: Cómo comprender los trastornos de la conducta alimentaria

  • Los trastornos de la conducta alimentaria son una afección grave de salud mental y física que afectan a casi 28.8 millones de estadounidenses, es decir, el 9% de la población total. 
  • Esta afección genera graves alteraciones en la conducta alimentaria e ideas relacionadas con esto. Entre estos cambios podemos mencionar preocupación excesiva y obsesión por los alimentos, el cuerpo, el peso y la forma, comer mucho menos de lo normal o comer muchísimo más y sin control, o tener comportamientos repetitivos perjudiciales, como la inducción al vómito, el mal uso de laxantes y otros medicamentos, la práctica de ayunos o ejercitación excesiva. 
  • Estos trastornos afectan a personas de cualquier edad, raza y etnia, identidad de género, orientación sexual, forma de cuerpo, capacidad y clase socioeconómica. 
  • No obstante, es posible recuperarse por completo de esta afección.

Tipos de trastornos de la conducta alimentaria

Los trastornos alimentarios más comunes son la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón. Otros trastornos y desórdenes de la conducta alimentaria menos conocidos son el trastorno por evitación/restricción de la ingesta de alimentos (ARFID), la pica, el síndrome de rumación, la ortorexia y otros desórdenes o trastornos de la conducta alimentaria (OSFED).

Hay personas que experimentan los síntomas de un desorden alimentario con un fuerte impacto en sus vidas pero que no se encuadran en los criterios formales de un diagnóstico de trastorno alimentario. Este tipo de síntomas suele entrar en la categoría de un desorden alimentario no especificado (UFED). Quienes padecen un UFED pueden y deberían acceder a un tratamiento y asistencia.

Trastornos de la conducta alimentaria y la salud de la mujer 

Los trastornos de la conducta alimentaria pueden dañar el cuerpo de muchas maneras. Si no son tratados, pueden derivar en enfermedades cardiovasculares, problemas de la salud bucal, problemas gastrointestinales, convulsiones, daños cerebrales, problemas del sueño y pérdida de masa ósea y muscular. Asimismo, estos trastornos de la conducta alimentaria pueden tener efectos perjudiciales en la salud reproductiva y en la maternidad, como pérdida de embarazo, bajo peso en recién nacidos, complicaciones durante la gestación y depresión posparto. Estos trastornos también están relacionados con tasas más altas de ansiedad, depresión y trastornos del temperamento. Es importante recordar que un buen diagnóstico y tratamiento pueden ayudar en la recuperación total de quienes padecen estos trastornos.

Factores de riesgo de los trastornos de la conducta alimentaria

No existe una sola causa de los trastornos alimentarios. Los factores de riesgo de los trastornos alimentarios pueden ser biológicos, psicológicos, sociales y ambientales. Estos son los más comunes:

Si bien algunas personas tienen más riesgo de desarrollar trastornos alimentarios, esto no implica que los padecerán, así como no todas las personas diagnosticadas con estos trastornos tienen factores de riesgo relacionados. Cada caso es único, por eso es importante ser honestos con los profesionales de la salud al momento de hablar sobre los factores de riesgo relacionados, de esta manera ellos podrán adecuar cada tratamiento a las necesidades del paciente.

Conoce más 

Oficina para la Salud de la Mujer 
Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH, por sus siglas en inglés) 
Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias (SAMHSA, por sus siglas en inglés) 
National Center of Excellence for Eating Disorders (NCEED) 
Asociación Nacional de Trastornos de la Alimentación (NEDA, por sus siglas en inglés) 
Asociación Nacional de Anorexia Nerviosa y Trastornos Asociados (ANAD, por sus siglas en inglés) 
National Alliance for Eating Disorders (The Alliance) 
Coalición para la Investigación, la Legislación y las Acciones por los Trastornos Alimentarios 
The Emily Program 
 

Martes: Los trastornos alimentarios y la comunidad LGBTQIA+

Las personas LGBTQIA+ tienen una mayor tasa de incidencia en los trastornos alimentarios en comparación con sus pares heterosexuales o cisgénero. La comunidad LGBTQIA+ tiene una mayor tasa de víctimas de violencia, traumas, bullying y discriminación, lo cual también está estrechamente relacionado con el desarrollo de los trastornos de la conducta alimentaria. Aunque hay una clara necesidad de recursos y asistencia para esta comunidad, muchas personas LGBTQIA+ tienen dificultades para acceder a los cuidados y tratamientos apropiados para la recuperación de un trastorno alimentario. Muchos programas de tratamiento no son inclusivos o no están preparados para abordar los trastornos alimentarios en la comunidad LGBTQIA+, por ejemplo los mensajes más comunes en la recuepración de un trastorno alimentario, como "Acepta tu cuerpo y no intentes cambiarlo", podrían no tener efecto en personas trangénero o no binarias. Los recursos y grupos para la recuperación de un trastorno alimentario también suelen están orientados hacia mujeres heteronormativas o cisgénero, lo cual podría hacer que las personas queer, transgénero y no bianarias se sientan excluídas del acompañamiento y la asistencia para estos trastornos.

Muchas personas, incluso miembros de la comunidad LGBTQIA+, no confían en los profesionales de la salud debido a las experiencias de discriminación que han sufrido. Las personas transgénero y no binarias se enfrentan a muchos desafíos al momento de encontrar profesionales de la salud que puedan brindarles un acompañamiento y una asistencia con empatía. La disforia de género que padecen muchas personas transgénero y no binarias puede contribuir al desarrollo de un trastorno alimentario, no obstante, esto no debería ser una presuposición al momento de asistir a estas poblaciones. Algunas personas transgénero y no binarias aseguran que sus trastornos de la conducta alimentaria no tienen nada que ver con su identidad de género. Si los profesionales de la salud no reciben una formación adecuada, las formas complejas en las que la disforia de género puede o no relacionarse con los trastorno alimenticios podrían ser malinterpretadas, lo cual impediría que las personas accedan a recursos y asistencia apropiados. Es fundamental que los profesionales de la salud reciban capacitación y educación cultural para poder brindar asistencia y acompañamiento inclusivo y de alta calidad a los pacientes LGBTQIA+.

Explore los siguientes recursos para conocer más sobre los trastornos de la conducta alimentaria en la comunidad LGBTQIA+.

Consulta nuestra serie de blogs sobre trastornos de la conducta alimentaria en la comunidad LGBTQIA+:

Miércoles: Efectos de los trastornos de la conducta alimentaria en la salud ósea y muscular

Los trastornos de la conducta alimentaria pueden afectar la salud ósea y muscular debido a la carencia de energía y de los nutrientes necesarios para mantener el cuerpo sano y fuerte. Quienes padecen trastornos como la anorexia nerviosa disminuyen mucho la cantidad de calorías y los nutrientes que consumen, lo cual dificulta procesos importantes de crecimiento y sanación. La salud ósea y muscular son muy importantes, especialmente en poblaciones de atletas y adultos mayores.

Los atletas que experimentan trastornos de la conducta alimentaria tienen mayor riesgo de sufrir fracturas óseas y daño muscular. En niñas y mujeres adolescentes, la falta de una nutrición adecuada es particularmente perjudicial para la salud ósea, ya que los huesos podrían desarrollarse sin la densidad o la fuerza apropiadas. Los trastornos de la conducta alimentaria también pueden afectar al crecimiento y la resistencia del corazón, así como problemas en la salud reproductiva, como retraso o ausencia de la menstruación. Estos cambios afectan la salud física y la capacidad de los atletas de tener un alto rendimiento en sus disciplinas deportivas debido a la falta de fuerza, resistencia y velocidad.

Los adultos mayores, de 65 en adelante, tienen un mayor riesgo de sufrir problemas óseos y musculares, pero este riesgo puede presentarse desde los 50 años, según las condiciones de salud preexistentes y los estilos de vida. A estas edades, muchas personas tienen mayor riesgo de desarrollar osteopenia u osteosporosis, que es el debilitamiento y la pérdida de masa ósea que puede ocasionar fracturas. La malnutrución ocasionada por los trastornos de la conducta alimentaria aumenta aún más este riesgo de pérdida de densidad ósea en los adultos. Los adultos mayores con trastornos de la conducta alimentaria también son más propensos a desarrollar sarcopenia. La sarcopenia es la pérdida de músculo y fuerza que puede ocurrir cuando una persona envejece y hace menos actividad física. Al igual que los huesos, cuando los músculos no reciben los nutrientes que necesitan, pueden ser más pequeños y débiles, por lo cual las personas con desórdenes alimentarios están más expuestas a padecer sarcopenia. Esto además dificulta actividades diarias como levantarse de una silla, caminar, destapar un frasco o llevar las bolsas de las compras.

Para conocer más sobre los efectos de la nutrición en la salud ósea y muscular de atletas y adultos mayores, explora los recursos disponibles a continuación.

Consulta nuestra entrada de blog de expertos "El impacto de los trastornos de la conducta alimentaria en la salud de los músculos y los huesos"

Jueves: Autoafirmación y empoderamiento: asistencia y tratamiento para los trastornos de la conducta alimentaria

Hablar con nuestros seres queridos o con profesionales de la salud sobre los trastornos alimentarios, e incluso pedir ayuda, puede resultar abrumador. En general, muchos sienten que sus problemas no van a ser tomados en serio ni comprendidos. Este temor es común entre grupos e individuos que ya han sufrido algún tipo de prejuicio o discriminación en el sistema de salud, como las mujeres, las personas de color, los individuos con cuerpos muy grandes, las embarazadas y las mujeres después del parto, así como quienes se identifican dentro del colectivo LGBTQIA+.

Afortunadamente, existen muchas herramientas y recursos para estar preparados para este tipo de conversaciones que te ayudarán a visibilizar tu situación. Es importante recordar que tus preocupaciones son válidas y que mereces recibir la asistencia y el tratamiento que mejor se adapte a tu condición. Son muchas las formas de participar de manera activa en tu proceso de recuperación y tienes derechos como paciente al momento de recibir tratamiento. Tienes derecho y debes sentirte empoderado al momento de hacer consultas sobre cosas que no comprendes, así como para expresar tu disconformidad acerca de las opciones de tratamiento y seguir buscando participar y visibilizar tus objetivos de tratamiento y recuperación. Es normal dudar al momento de comenzar un tratamiento o de temerle a la recuperación, pero esto es una parte esencial del proceso para lograr una mejor condición de salud. Comparte tus dudas y temores con tus seres queridos y los profesionales de la salud, entre todos podrán brindarte las herramientas de autoafirmación y acompañamiento que necesites en el proceso.

Explore los siguientes recursos para conocer más sobre las formas de sentirte empoderada/o para superar un trastorno de conducta alimentaria:

Cómo buscar ayuda

Derechos y recursos de los pacientes

Para acceder a información sobre tratamientos y recuperación explora los recursos a continuación.

Consulta nuestra entrada de blog de expertos "Los triunfos y los obstáculos de la película de Barbie sobre la juventud, la imagen corporal y el empoderamiento

Viernes: Trastornos de la conducta alimentaria en personas de bajos recursos y comunidades marginadas

Los trastornos de la conducta alimentaria no discriminan. Estos trastornos afectan a personas de cualquier edad, raza y etnia, identidad de género, orientación sexual, forma de cuerpo y capacidades. Las personas de bajos recursos y pertenecientes a minorías no solo sufren de trastornos alimentarios en niveles iguales o superiores que la población general, sino que tienen menos posibilidades de acceder a un diagnóstico y tratamiento apropiados debido a los prejuicios y la discriminación.

Comunidades de color

Históricamente, las personas negras, indígenenas y de color (BIPOC) han quedado al margen de las investigaciones y las discusiones en torno a los trastornos alimentarios. Los obstáculos para acceder a un tratamiento y diagnóstico adecuados suelen provenir de problemas sistémicos como la inseguridad alimentaria, el estrés o los traumas relacionados con el racismo y la discriminación, así como la falta de acceso a la atención médica. Sumado a esto, los proveedores de salud en general no tienen competencias culturales al momento de brindar los cuidados a las comunidades de color, lo cual afecta la forma de abordar el diagnóstico y el tratamiento. Del mismo modo, dentro de la fuerza laboral del sistema de salud no hay representatividad de las personas BIPOC. Para garantizar el acceso a una atención de alta calidad a las comunidades de color es muy importante que los profesionales de atención médica y los trabajadores del sistema de salud representantes de estas poblaciones reciban capacitación y educación en las competencias culturales necesarias. Conoce más y encuentra asistencia en los recursos que presentamos a continuación.

Infancias y adolescencias

Los trastornos de la conducta alimentaria son cada vez más comunes entre los más pequeños y jóvenes. Según una investigación, el 77% de niños, niñas y adolescentes desde los 12 años no están satisfechos con sus cuerpos y, para los 14 años, entre el 60 y el 70% de las adolescentes quieren bajar de peso. El bullying de los compañeros y la presión de las redes sociales son factores que contribuyen al desarrollo de los trastornos de la conducta alimentaria en los jóvenes. El tratamiento de los trastornos alimentarios en los jóvenes es diferente del tratamiento que reciben los adultos debido al crecimiento y desarrollo normales de la infancia, así como los efectos a largo plazo, además de la necesidad de participación de los padres, las madres y los tutores. Es importante no subestimar el rol del padre, la madre o el tutor en el acompañamiento de los jóvenes para identificar y abordar sus preocupaciones sobre los trastornos alimentarios. Los programas de tratamiento especiales para la infancia y la adolescencia brindan opciones personalizadas, así como asistencia para que madres, padres y personal de atención médica puedan acompañar al niño o niña con su trastorno de conducta alimentaria. Conoce más y encuentra asistencia en los recursos que presentamos a continuación.

La comunidad de personas con discapacidad 

Las personas con discapacidades y condiciones de salud coocurrentes tienen un mayor riesgo de desarrollar trastornos alimentarios. Quines tienen discapacidades físicas pueden preocuparse por la imagen corporal relacionada con su discapacidad, y quienes padecen enfermedades crónicas relacionadas con sus dietas, como problemas gastrointestinales, pueden tener un mayor riesgo de desarrollar un trastorno alimentario. Las personas neurodivergentes, como quienes tienen déficit de atención o hiperactividad (ADHD) o trastornos del espectro autista (ASD), suelen tener un mayor porcentaje de trastornos alimentarios en comparación con sus pares del mismo neurotipo. Al igual que otras poblaciones marginadas, la personas discapacitadas experimentan obstáculos del sistema al momento de acceder al tratamiento correspondiente y también sufren discriminación por parte de los profesionales de la salud, lo cual impide que reciban un diagnóstico y tratamiento adecuados. Por eso, es muy importante que los profesionales de la salud reciban capacitación en competencias culturales para brindar una mejor asistencia a los pacientes con discapacidades que tienen, o están en riesgo de padecer, trastornos de la conducta alimentaria. Conoce más y encuentra asistencia en los recursos que presentamos a continuación.

Trastornos de la conducta alimentaria en personas con diabetes 

Los trastornos de la conducta alimentaria pueden ser muy comunes entre las personas con diabetes, lo cual daña el cuerpo y dificulta el tratamiento de esta enfermedad. Vivir con diabetes puede aumentar el riesgo de tener un trastorno alimentario, ya que hay una mayor atención y control de la ingesta de alimentos y el peso. Las personas con diabetes pueden experimentar diversos trastornos alimentarios, como restricciones muy severas en sus dietas, trastorno alimentario compulsivo y retención de la insulina para intentar perder peso. Los trastornos de la conducta alimentaria contribuyen a las complicaciones en la diabetes, como la retinopatía, una forma de ceguera causada por daños en las venas dentro y alrededor de los ojos, las neuropatías, daños en los nervios que afectan las piernas y los pies, o la nefropatía, un tipo de daño en los riñones. Las personas con diabetes que padecen trastornos alimentarios deben buscar ayuda de los profesionales de la salud, así como asistencia de profesionales de la salud mental con experiencia en trastornos alimentarios y diabetes. Estos profesionales deberían crear un espacio seguro para atender a sus pacientes, por ejemplo, al medir menos su peso y establecer objetivos pequeños y alcanzables que permitan fomentar hábitos saludables y una mejor gestión de la diabetes. Conoce más y encuentra asistencia en los recursos que presentamos a continuación.

Individuos con cuerpos muy grandes 

Debido a los prejuicios y las ideas erróneas, las personas con cuerpos muy grandes que padecen trastornos alimentarios suelen vivir sin un diagnóstico ni un tratamiento, en comparación con quienes tienen peso dentro de los estándares normales. Las personas con cuerpos muy grandes tienen un mayor riesgo de adquirir comportamientos poco saludables y perjudiciales para el control de su peso con el fin de encajar en los estándares sociales o clínicos. El estigma del peso es muy común en los prejuicios médicos: dos tercios de las personas que denunciaron discriminación por su peso informaron que esta fue por parte de profesionales de la salud. Los estigmas sociales del peso no se asocian únicamente a los trastornos alimentarios, también se deben a condiciones de salud mental, el mal uso de algunas sustancias y el estrés crónico generado por la discriminación. Para acompañar a pacientes con cuerpos más grandes, los profesionales de la salud deben escuchar y tratar al paciente en su totalidad, así como evitar suposiciones sobre el estado de salud de un individuo basadas únicamente en su peso o apariencia. Conoce más y encuentra asistencia en los recursos que presentamos a continuación.

Embarazo y posparto 

Los trastornos alimentarios y el embarazo presentan desafíos y consideraciones únicas. Quienes padecen trastornos alimentarios tienen problemas de fertilidad o complicaciones durante el embarazo, como abortos espontáneos y nacimientos defectuosos o precoces. La gestación implica muchos cambios naturales en el cuerpo, lo cual podría hacer que la mujer embarazada se sienta fuera de control y comience a pensar en su peso, tamaño, forma e imagen corporal aún sin tener un antecedente de problemas con su alimentación. Los trastornos alimentarios en las embarazadas suelen tener los mismos indicios y síntomas que en quienes no lo están, como la restricción de la ingesta, las purgas, los pensamientos negativos sobre su imagen corporal y el temor a aumentar de peso. Debido al riesgo en los problemas de salud, tanto para la persona gestante como del bebé, es muy importante que las embarazadas sean honestas con su profesional de la salud acerca de cualquier preocupación o trastorno con su alimentación para poder recibir la atención médica necesaria y mantenerse saludables. Asimismo, es importante que las pacientes le expresen estos sentimientos a su profesional de la salud luego del embarazo, ya que los trastornos alimentarios y las condiciones de salud mental asociadas suelen ser muy comunes después del parto. Conoce más y encuentra asistencia en los recursos que presentamos a continuación.

Sábado: Hablemos del acompañamiento

Los trastornos de la conducta alimentaria no solo afectan a la persona que lucha con esto sino también a quienes comparten la vida con ellas. Los seres queridos pueden verse muy afectados al ver a quien tanto aman luchar con un trastorno alimentario pero pueden ser grandes apoyos y fuentes de inspiración para acompañarle en su recuperación. Si estás preocupado/a porque un amigo, amiga o familiar está mostrando síntomas de un desorden alimentario, hay varios pasos que puedes dar para brindarles ayuda. Puede ser difícil saber por dónde comenzar pero cuanto antes comiences a hablar del tema, más pronto podrás ayudar a ese ser querido para que consiga la ayuda que desea y necesita.

Un primer paso muy importante es informarse bien sobre los trastornos alimentarios, así podrás hablar mejor con tu ser querido. Esto incluye conocer los indicios y los síntomas, comprender los hechos y los mitos sobre los trastornos alimentarios, aprender el lenguaje apropiado para usar y las frases que deberías evitar, y buscar opciones de tratamiento.

Al prepararte para hablar con tu ser querido sobre tu preocupación, sería bueno que practiques qué decir. Al momento de iniciar la conversación sobre el tema, es importante que puedas comunicarle con claridad tu preocupación, así como validar los sentimientos y lo que está experimentando tu ser querido. Además, es bueno remarcar la importancia de buscar ayuda profesional y de prepararte para una posible reacción negativa.

Para más información sobre cómo prepararte para hablar con un ser querido y consejos de comunicación, visita los siguientes recursos:

Los desafíos de brindar apoyo a una persona con trastornos alimentarios. Es igual de importante para tus seres queridos buscar asistencia durante este momento y recibir el apoyo necesario para su salud mental. Al intentar acompañar a un ser querido con trastornos alimentarios es normal que aparezcan los sentimientos de culpa e impotencia. Hay grupos de ayuda y recursos disponibles.

Domingo: Recibir la ayuda más adecuada

Dar los primeros pasos para buscar ayuda con un trastorno alimentario puede ser una tarea dificil y requiere de mucha valentía. Cuanto antes lo hagas, más pronto podrás encontrar la auyda y el tratamiento necesarios. El tratamiento y la recuperación serán diferentes para cada caso. Cada experiencia es muy personal y puede involucrar a diferentes agentes, como médicos, nutricionistas, profesionales de la salud mental, dentistas, fisioterapeutas y, por supuesto, tu red de apoyo. Explore los recursos a continuación para conocer más, encontrar apoyo e informarte sobre las opciones de tratamiento.

Tipos de tratamiento y trastornos alimentarios

Cómo buscar apoyo y tratamiento

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