28 de noviembre de 2017
Cuando tenía 21 años, el tobillo lesionado de mi abuela Rosella causó que se cayera y se quebrara el brazo. Es curioso que algo tan tonto como una caída pueda tener consecuencias graves para toda una familia. Pero debido a que tenía 81 años y tenía otras dolencias existentes, no sanó de forma rápida o fácil. Estaba postrada en la cama...