Crear una cultura de consentimiento en el campus
Si aprendimos algo en Her Campus, es que la universidad es un tiempo importante para el descubrimiento personal y para explorar el mundo de la sexualidad. Pero con la emoción, es crucial informarnos sobre el abuso sexual y cómo podemos promover una cultura saludable de consentimiento en el campus y afuera del mismo.
El abuso sexual es demasiado común en el campus universitario y afecta a estudiantes de todas las edades, razas, etnias y procedencias. Una de cada cinco mujeres en la universidad sufre un abuso sexual y estudios demuestran que los mismos a menudo se producen durante los primeros meses de los primeros dos semestres. Las mujeres que se identifican como parte del colectivo LGBTQ+ también tienen mayor riesgo de sufrir abuso sexual en el campus.
Las estadísticas, las historias que lees en las noticias y las historias que escuchas de tus amigos son absolutamente devastadoras y aterradoras. Pero, antes de dejar que eso te abrume, debes saber que hay algunas cosas básicas que puedes hacer bien ahora para ayudar a prevenir un abuso en el campus y apoyar a los sobrevivientes.
1. Entiende lo que realmente es el consentimiento y lo que no es. El consentimiento se trata de que alguien con entusiasmo y total libertad elija aceptar hacer algo (en este caso, un acto sexual) con otra persona. La mejor manera de obtener esa confirmación es hablarlo, hacer preguntas y ser abiertos y considerados respecto del lenguaje corporal de tu pareja. Si te sientes inseguro de hacer algo, incluso solo un poquito, siempre pregunta primero. Si no te sientes cómodo con una actividad sexual, de cualquier forma, en cualquier momento, puedes siempre hablar y decir "no".
Aunque pueda parecer algo muy simple, estas son las nociones básicas sobre el consentimiento que todos deberían conocer:
- La ausencia de un "no" no es lo mismo que un "sí".
- El consentimiento siempre se puede anular.
- Un "sí" a algo no significa un "sí" a todo.
- Si alguien está bajo la influencia de drogas o alcohol, por ejemplo, y se desmaya, pierde la conciencia o no puede entender lo que está sucediendo, entonces no pueden brindar su consentimiento.
- Si una persona siente que no puede decir que "no" porque siente presión o miedo de lo que sucedería si dice que "no", eso no equivale a un consentimiento.
- Si una persona dijo que "no" una y otra vez y solo terminó diciendo que "sí" por cansancio, culpa, manipulación, negociación o gritos, eso no equivale a un consentimiento.
2. Normaliza el consentimiento con tus amigos y parejas. Hay mucho estigma entre las personas jóvenes para hablar sobre sexo de una manera significativa. Hay mucha presión para estar dispuestos a todo. Seguir adelante con algo porque se supone que el sexo es así refuerza una cultura de silencio que daña a los sobrevivientes del abuso, especialmente mujeres. En cambio, debemos enfocarnos en ser directos y hablar sobre lo que quieres hacer con tu pareja y lo que no se siente bien. No pierdas de vista esas reglas esenciales sobre el consentimiento ni te hagas la idea de que hablar con tu pareja sobre lo que quieres y lo que no quieres es raro o incómodo.
3. Cuídense entre sí. Desafortunadamente, conocer las nociones básicas del consentimiento no significa que jamás te encontrarás en una situación difícil en la que un amigo, compañero o pareja necesite un recordatorio sobre el consentimiento. Por ejemplo, tal vez veas a alguien tratando de iniciar una actividad sexual con alguien que está demasiado ebrio o que ya intentó decir que "no". En estas situaciones, no tengas miedo de usar tus nuevas habilidades para dialogar (y tal vez tus habilidades para intervenir como testigo, también. Puedes asegurarte de que las personas que te rodean sepan el tipo de comportamiento que es aceptable (y lo que seriamente no lo es).
4. Impide cualquier intento de culpar a la víctima. Esto es lo importante: si alguien comete un abuso contra ti o traiciona tu confianza, nunca es tu culpa. No importa lo que tenías puesto, lo que bebiste o con quién te besaste o te acostaste antes, nunca nadie tiene derecho a tocarte o iniciar una actividad sexual sin tu consentimiento.
Si bien no hay garantías de que tú o alguien que conozcas o te importe jamás sufrirá un abuso sexual, los estudiantes universitarios como nosotros estamos en una posición única para establecer los estándares de la cultura que queremos en el campus. Puedes tomar medidas para crear un campus donde todos entiendan el concepto de consentimiento y, con suerte, ayuden al resto del mundo a llegar a entenderlo también.