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Una experta habla sobre la trata de personas: Giovanna Hernandez Williams

Una experta habla sobre la trata de personas: Giovanna Hernandez Williams

Cuando piensas en la trata de personas, es probable que pienses en mujeres de países empobrecidos que han sido secuestradas y forzadas a prostituirse. Pero la trata de personas también ocurre en los Estados Unidos. La trata de personas, en esencia la esclavitud de la edad moderna, es el uso de la fuerza, el fraude y la coerción para hacer que las víctimas lleven a cabo un trabajo sexual o una actividad comercial contra su voluntad. Eso puede incluir trabajo doméstico, trabajo agrícola, trabajo de fábrica o tareas de servicios de alimentos, además del trabajo sexual. Las víctimas de la trata de personas son por lo general mujeres y niñas, pero el problema también afecta a hombres y niños.

Giovanna Hernandez Williams es voluntaria en organizaciones que apoyan a las víctimas y las ayuda a acceder a recursos. Hablamos con Giovanna sobre su trabajo y cómo todas las personas pueden formar parte de esta lucha importante.

Giovanna Hernandez Williams hace trabajo voluntario como directora y coordinadora de pasantías en el Project to End Human Trafficking (Proyecto para terminar con la trata de personas [PEHT, por sus siglas en inglés]), donde organiza tareas de difusión y conferencias internacionales para despertar conciencia y recaudar fondos para víctimas de trata de personas. Está comprometida a empoderar a aquellas personas que necesitan ayuda y están sufriendo, al usar sus habilidades y su talento para concientizar y motivar a otros a involucrarse en la lucha por los derechos humanos en todo el mundo.

P: ¿Cómo comenzaste a formar parte de la tarea de terminar con la trata de personas?

R: Comencé a trabajar en la lucha por terminar con la trata de personas en 2008 después de ver un video que compartía historias personales sobre cómo personas se convirtieron en víctimas de la trata de manera involuntaria. En cada historia, sentía una conexión con las luchas de la persona, sus esperanzas de un futuro mejor en el extranjero, sus vulnerabilidades, los abusos mentales, emocionales y físicos, la opresión social y la falta de comprensión o apoyo de los sistemas existentes en los Estados Unidos.

Así que me ofrecí como voluntaria en el Project to End Human Trafficking. Ahora, soy la directora y la coordinadora de pasantías y cubro las áreas de Washington, D.C., Maryland y Virginia.

P: ¿Qué crees que las mujeres deben saber sobre la trata de personas?

R: Los traficantes son muy ingeniosos. Buscan personas que tienen problemas emocionales, necesitan dinero o no tienen un respaldo social o una situación de vida estable. A menudo las personas desalojadas a causa de desastres naturales o inestabilidad gubernamental o política en su patria son blancos de la trata.

Los traficantes les prometen a las víctimas una vida mejor. Les pueden prometer a la víctima estabilidad, educación, un trabajo bien remunerado o una relación amorosa. Los traficantes buscan personas vulnerables y susceptibles a estas ofertas. Por ejemplo, un traficante puede elegir a personas que enfrentan dificultades financieras y necesitan ganar dinero para cubrir deudas o respaldar a su familia.

P: ¿Qué tipo de situaciones hacen que una mujer o una niña sea más propensa a ser arrastrada a un trabajo forzado?

R: Las mujeres y las niñas con niveles de educación inferiores tienen menos opciones de empleo. Esto las coloca en una posición de desventaja que puede llevar a la explotación. Por ejemplo, es posible que no entiendan los términos de un contrato de empleo, así que no saben qué están aceptando. O quizás sepan que están aprovechándose de ellas, pero aceptan el empleo porque necesitan el dinero para mantenerse y mantener a sus hijos.

Los reclutadores y los empleadores deshonestos pueden explotar a mujeres y niñas inmigrantes que buscan un trabajo decente, como un trabajo de servicio doméstico. Estos empleadores pueden usar las vulnerabilidades de las víctimas, como la falta de apoyo familiar y/o documentación legal, para retenerlas en una situación de servidumbre por deudas o en condiciones de esclavitud al pagarles mal o no pagarles a los empleados.

P: ¿Cuáles son los tipos frecuentes de trata de personas?

R: Los dos tipos de trata de personas más frecuentes son la explotación sexual y el trabajo forzado. La explotación sexual incluye la prostitución, el espectáculo de baile y striptease, y la pornografía. El trabajo forzado incluye la servidumbre doméstica (servicio doméstico y cuidado infantil), el trabajo de conserjería, las tareas agrícolas, el trabajo en talleres clandestinos, el trabajo en la industria de los servicios de alimentos y mendigar o vender baratijas en la calle.

P: Por lo general, ¿quiénes son traficantes?

R: Cualquier tipo de persona puede ser un traficante: hombre o mujer, joven o mayor, amigos o extraños. A veces forman parte de una gran red organizada de criminales. Las personas que reclutan a las víctimas suelen ser elegidas para esta tarea porque saben cómo ganarse la confianza de la víctima rápidamente.

P: ¿Por qué las víctimas de trata no pueden simplemente escaparse o acudir a la policía?

R: Las víctimas son controladas por los traficantes, es decir, no tienen el control de las decisiones diarias. Los traficantes tienen un cierto control sobre las víctimas, a menudo a través de dinero o deuda, amenazas de violencia a su familia o restricciones físicas. Pueden amenazar a las víctimas con la deportación, retener sus ganancias o quitarles sus documentos de identidad como el pasaporte.

P: ¿Quién tiene un riesgo más alto de convertirse en una víctima de trata de personas?

R: Las víctimas pueden ser ricas o pobres, educadas o sin educación formal. Puede ocurrirle a cualquier persona. Sin embargo, algunas personas son más vulnerables. Entre estas se incluyen los jóvenes que escapan del hogar o sin hogar, las personas que son agobiadas o rechazadas por sus familias, las personas muy pobres, y los inmigrantes, especialmente aquellos que no tienen documentación y buscan una mejor vida u oportunidades de empleo.

P: ¿Cuáles son las señales de que una mujer o una niña puede ser víctima de la trata de personas?

R: Algunas señales de alarma que pueden sugerir que alguien es víctima de trata de personas incluyen las comunicaciones que parecen ensayadas o guionadas, los movimientos controlados de manera constante, vivir con un "empleador", la manipulación psicológica y el control en el lugar de trabajo, la falta de acceso a documentación de identidad, la falta de contacto con amigos y familiares, las condiciones de vida precarias y/o vivir con muchas personas en un espacio apretado, y trabajar horas extra de manera excesiva por un pago escaso o sin remuneración.

P: Si sospecho que alguien es víctima de trata de personas, ¿qué debo hacer?

R: No es seguro confrontar al traficante o intentar rescatar a la posible víctima por tu propia cuenta. Las víctimas pueden tener miedo o haber sido convencidas de algo y es posible que no acepten tu ayuda. Debes denunciar el hecho a las autoridades al 911 y al Centro Nacional de Recursos para Trata de Personas (NHTRC, por sus siglas en inglés) al 888-373-7888. La línea de ayuda del NHTRC es gratuita y los especialistas están disponibles las 24 horas del día, los 7 días de la semana, en más de 200 idiomas.

P: ¿Conoces a niñas o mujeres que han sido liberadas de la trata? ¿Cómo han hecho para adaptarse?

R: Por supuesto. He trabajado con mujeres que han sido liberadas de la trata y son sobrevivientes esperanzadas que trabajan para ayudar a otras víctimas. Estas mujeres hacen oír su voz en sus comunidades. Dirigen sus propias organizaciones sin fines de lucro, buscan despertar conciencia en sus comunidades, trabajan en juntas de defensa para recaudar fondos para las víctimas y prestan declaración en el Congreso para compartir sus historias. También trabajan con agentes del orden público para capacitar a la policía en la identificación de las víctimas. De esta manera, las víctimas pueden recibir ayuda en lugar de ser tratadas como criminales, que es muy común en estas situaciones.

P: ¿Qué dificultades enfrentamos en la lucha por terminar la trata de personas y qué se está haciendo para frenarla?

R: Una de las principales dificultades es que las víctimas muchas veces no quieren hablar. Quizás les han lavado el cerebro o sienten que lo que ocurrió es su culpa. Es posible que tengan miedo de los traficantes o tengan dificultades para confiar en las personas que intentan ayudarlas, como la policía o los médicos. Se pueden sentir avergonzadas y asustadas, y pueden existir barreras idiomáticas. En algunos casos, las víctimas no se consideran víctimas.

Por eso, es necesario concientizar a toda la comunidad sobre este problema y ayudar a las víctimas a animarse a hablar. Creo que haremos que sea más fácil para ellas pedir ayuda. Tenemos que crear un entorno y una cultura en donde las personas vulnerables, incluidas las prostitutas y los inmigrantes, no sean tratados como criminales automáticamente.

P: ¿Qué puede hacer la gente corriente para ayudar a las víctimas?

R: Como amigos, padres, tutores, maestros, líderes de la comunidad, grupos de defensa, propietarios de negocios, agentes del orden público y legisladores, todos podemos tener un papel en la lucha contra la trata de personas. Ninguna persona debe ser tratada como una mercancía. La concientización es el primer paso. Reconocer las señales de la trata de personas puede ayudar a salvar una vida.

Existen muchos recursos educativos gratuitos disponibles en sitios web gubernamentales de confianza. Podemos hacer correr la voz y tratar el tema con la familia, los amigos y los seres queridos. Recuerda que al estar informados, identificar posibles víctimas y denunciar casos de trata de personas, somos parte de la solución.

Las afirmaciones y las opiniones que aparecen en esta publicación pertenecen a su autor y no necesariamente representan las opiniones de la Oficina para la Salud de la Mujer del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU.