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Sobrevivir a una relación abusiva: Kelly Vrooman

Sobrevivir a una relación abusiva: Kelly Vrooman

La violencia en el noviazgo es cualquier tipo de abuso físico, emocional o sexual que ocurre durante una relación de pareja. Puede ocurrirle a personas de todas las edades, razas, culturas, ingresos y niveles educativos. Puede ocurrir en relaciones heterosexuales o entre personas del mismo sexo. La violencia puede suceder en la primera cita o cuando ya estás profundamente enamorada. Pero sin importar cómo ocurra, la violencia en el noviazgo siempre está mal, y puedes conseguir ayuda.

Kelly Vrooman tenía 15 años cuando su novio comenzó a lastimarla. El abuso continuó por dos años. Hace más de 10 años comenzó a compartir su historia.

Kelly habla sobre sentirse avergonzada, romper el silencio y lo que puedes hacer para ayudar a un amiga.

Kelly Vrooman es actriz, comediante y escritora y vive en Los Ángeles. Viaja por todo el país como vocera a través de Campus Outreach Services. Pueden verla en TV en "The Chica Show", verla en línea en su canal de YouTube (Jelly Man Productions) y seguirla en Twitter e Instagram: @KellyVrooms.

P: ¿Puedes contarnos sobre tu relación con tu novio de la secundaria?

R: Yo era una niña activa y extrovertida de 15 años con un cronograma repleto de actividades de porrista, el centro de estudiantes y el grupo de jóvenes de la iglesia, pero en secreto era muy insegura. No me sentía bonita. Mi familia no tenía dinero. Y parecía que todas en el mundo tenían novio menos yo. Entonces un día, un chico atractivo y rico de mi escuela se fijó en mí. Comenzamos a salir y alrededor de un mes después de nuestra relación maravillosa tuvimos nuestra primera pelea. Su rostro se puso rojo y los nudillos de su mano izquierda se pusieron blancos cuando agarraba el volante. Los nudillos de su mano derecha se pusieron blancos cuando agarraba mi pierna. Al día siguiente, tuve que usar pantalones largos para ir a la escuela para que nadie pudiera ver los moretones.

Mi novio se disculpaba después de cada discusión. Me decía que su padre había sido abusivo y que no quería ser como él. Después de una pelea particularmente mala, me rogó que le permitiera demostrarme lo bien que podía hacerme sentir. Iba contra el estándar moral que había establecido para mí, pero después de largas charlas para convencerme comenzamos a tener sexo. Eso se convirtió en nuestro patrón habitual: primero pelea, después reconciliación. Pelea y reconciliación. Pronto tuve que comenzar a usar mangas largas y cuellos altos con mis pantalones largos.

P: ¿Sentías que podías hablar con alguien sobre lo que te estaba ocurriendo?

R: Para nada. Era una estudiante líder y miembro activo de mi grupo de jóvenes. Escuchaba cómo les decían a las chicas que tenían sexo. No eran muy amables con ellas. Tenía miedo de que el hecho de que tuviera sexo opacaría el hecho de que era abusada. Tenía una reputación que mantener. No dije nada y la violencia continuó.

P: ¿Qué tipo de efectos físicos y emocionales tuviste?

R: Siempre tenía un moretón que ocultar, pero los efectos físicos fueron menores en comparación con lo que tantas personas en relaciones abusivas sufren. A nivel emocional, los efectos fueron terribles. Mi novio era muy bueno haciendo parecer que él era todo lo que yo tenía. Con frecuencia me mostraba las formas en las que mis amigos y familiares me maltrataban (que no era cierto), pero con el tiempo creí que él era el único que realmente se preocupaba por mí. Me alejé de otras personas que amaba, lo que le daba a mi novio un mayor control sobre mi tiempo y mi estado mental. Sentía que no tenía valor cuando estaba lejos suyo y no podía ver ningún tipo de futuro sin él.

P: ¿Puedes contarnos cómo saliste de la relación?

R: Quisiera decir que al final fui valiente y les dije a mis padres lo que estaba ocurriendo. Pero en su lugar, mi salida de la relación fue principalmente gracias a una buena sincronización. Trabajaba como voluntaria en un campamento a dos horas de casa. Mi novio iba a llevarme, pero tuvimos una pelea muy grande en el auto y me dejó al costado de la carretera para que camine las últimas millas. Estaba herida e increíblemente fuera de mí. La combinación de la distancia entre nosotros, el recuerdo de haber sido abandonada a un lado de la carretera y sentir atracción por un consejero muy atractivo me dieron la valentía para llamar a mi novio y decirle que se había terminado.

Cuando volví a casa, intentó recuperarme con palabras dulces, regalos y joyas, pero esta vez no caí.

P: ¿Cómo afectó esto tus relaciones como adulta?

R: He leído que el abuso es un comportamiento aprendido, por eso trabajo duro para asegurarme de no llevar el abuso que sufrí a mis relaciones actuales. En algunos momentos, especialmente cuando me siento insegura, quiero usar los mismos trucos emocionalmente manipuladores que mi novio usaba conmigo para poder sentir que tengo mayor control. Sé que estos comportamientos no ayudan y podrían dañar mis relaciones y a las personas que amo.

P: ¿Por qué quieres compartir tu historia con otras personas?

R: Quisiera que mi historia fuera poco usual, pero no lo es. Muchas personas en relaciones abusivas sienten vergüenza en silencio. Mantuve el silencio durante más de una década hasta el año pasado, cuando el Huffington Post decidió publicar un artículo corto que había escrito sobre mi experiencia. Envié el artículo pensando que no pasaría nada con él. Pero me sorprendí mucho. El día que salió, llamé a mis padres y les dije: "tengo que contarles algo finalmente". Incluso después de todos estos años, tuve que luchar contra los sentimientos de vergüenza.

Cuanto más tiempo las personas abusadas mantienen el silencio, más tiempo permanece el control en manos de los abusadores como mi exnovio. Tenemos que romper el silencio y detener la violencia.

P: ¿Cómo reaccionaron tus padres cuando les contaste?

R: Me estuve convenciendo durante tanto tiempo que mis padres pensarían mal de mí si se enteraban, pero cuando finalmente les conté fueron muy amorosos y comprensivos. Me hicieron sentir segura y protegida e incluso compartieron algunas de las preocupaciones que tenían en ese momento. Sabían que mi novio no era bueno para mí, pero no tenían idea sobre el abuso. Les preocupaba que si me hacían preguntas o me prohibían verlo me iba a alejar de mi familia. Ahora, tantos años después, estamos teniendo las conversaciones difíciles pero honestas que deseamos haber tenido mientras ocurría el abuso.

P: ¿A qué deberían estar atentas las mujeres y niñas en sus relaciones?

R: Las relaciones son complicadas. Es fácil perdernos a nosotras mismas en el torbellino. Deben analizar la situación con frecuencia y ser muy honestas con lo que descubren. Recomiendo hacerse preguntas como estas: ¿estoy pasando todo o casi todo mi tiempo libre con mi pareja? ¿La relación con mi pareja ha afectado significativamente mis otras relaciones, como aquellas con amigos y familiares?

Recuerda, tu pareja NUNCA tiene una excusa válida para el abuso emocional o físico.

P: ¿Qué pueden hacer los padres y las madres para ayudar?

R: Creo que lo mejor que pueden hacer es crear un entorno de comunicación abierta con sus hijos. Permitir que sus hijos les hagan preguntas y compartan sus experiencias sin miedo a ser juzgados o sentir vergüenza. Los padres y las madres también pueden prestar mucha atención a las relaciones de sus hijos y buscar signos de abuso. Deben estar dispuestos a hacer preguntas difíciles con paciencia y amor. Es probable que tengan que comenzar una conversación muchas veces antes de recibir una respuesta honesta.

P: ¿Qué quieres que sepan otros sobrevivientes?

R: Existe vida del otro lado. Cuando estaba en medio de mi relación, no podía imaginar un futuro sin mi novio. Pero después de salir y pasar por un gran proceso de sanación, ¡amo mi vida! Me río libremente y disfruto de mis amigos. Soy actriz y comediante con la oportunidad de aparecer en escenarios y pantallas de todos el país y el mundo. He tenido varios novios amables y maravillosos en mi vida adulta. Cada proceso es diferente, pero no debes sentirte sola. Al ser sobrevivientes estamos conectadas. Nuestras voces son fuertes. Si rompemos el silencio juntas podremos superar la violencia.

P: ¿Cómo ayudarías a una amiga que está en una relación abusiva?

R: Nunca utilices la experiencia de tu amiga como material de chismes. Sé paciente y amable. Si tu amiga es como yo, es posible que al principio no sea muy abierta sobre lo que le está pasando. No dejes de hacer preguntas por su negación. Dependiendo de la edad de tu amiga, tal vez tengas que alentarla a hablar con un adulto de confianza o recibir ayuda de un profesional. Existen líneas de ayuda especializadas en abuso a la que puedes llamar para hablar con alguien con capacidad de ayudar. Por sobre todas las cosas, dile a tu amiga que no está sola.

P: ¿Qué pueden hacer las personas para ponerle fin a la violencia contra la mujer?

R: Hagamos preguntas amorosas y creemos un entorno seguro y libre de prejuicios, para que las sobrevivientes puedan hablar y ser oídas. Abramos nuestros corazones y nuestras voces para que las sobrevivientes de abuso sepan que no hay nada de qué avergonzarse. ¡Rompe el silencio y detén la violencia! Podemos hacerlo juntas.

Las afirmaciones y las opiniones que aparecen en esta publicación pertenecen a su autor y no necesariamente representan las opiniones de la Oficina para la Salud de la Mujer del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU.