Una entrevista acerca de sobrevivir al abuso sexual: Lisa Gillespie
El abuso sexual es un problema grave que afecta día a día a las mujeres de todas las procedencias. El abuso sexual suele generar un terrible dolor físico y emocional. Las personas a las que han abusado sexualmente pueden experimentar sentimientos de culpa o vergüenza, que las lleva a sentir que el abuso fue su culpa. Esto no es así; el abuso sexual es un delito. Tú tienes el derecho a decidir quién puede tocarte y quién no.
La pastora Lisa Gillespie fue abusada por un excompañero de clase. Luego del ataque, ella cuenta que intentó pretender que nunca ocurrió, pero luchó con sentimientos de ira, miedo, culpa y vergüenza. En su entrevista, Lisa habla sobre su proceso de sanación y ofrece consejos para otros sobrevivientes.
Oriunda de Washington, DC, la pastora Lisa Gillespie ha trabajado para varias agencias federales, de las cuales la última ha sido la Agencia de Protección Ambiental. Se jubiló en abril de 2014, luego de haber prestado servicio durante 30 años. Actualmente se desempeña como pastora asistente en su iglesia y dirige un grupo de ministerio que brinda apoyo emocional a las mujeres. También es escritora de artículos que se han publicado. Su libro, From the Playground to the Pulpit, fue lanzado en 2014.
P: ¿Qué edad tenías cuando te abusaron sexualmente?
R: Me abusaron sexualmente cuando tenía 30 años.
P: ¿Nos podrías contar un poco sobre tu agresor?
R: Conocí a mi agresor en la escuela secundaria. Luego de recibirnos, perdimos el contacto, pero cuando nos volvimos a encontrar, nos reconocimos como excompañeros de clase. Volvimos a contactarnos por una transacción comercial. El hecho de que no fuera un completo extraño hizo que el ataque fuera más inesperado y devastador.
P: ¿Cómo te afectó el ataque emocionalmente?
R: Inmediatamente después del ataque, experimenté una variedad de emociones, entre ellas culpa, vergüenza, miedo y enojo. Sentí que el ataque había sido mi culpa y que debería haber podido hacer algo para evitarlo. Sentía vergüenza de contarles a los demás que me habían atacado. También sentí miedo, porque el agresor me amenazó con dañar a mi familia si denunciaba el abuso. Además, estaba enojada porque nunca pensé que me pudiera pasar algo así.
P: ¿Cómo lidiaste con esos sentimientos?
R: Al principio, comencé a tener lo que ahora me gusta denominar como una conducta autodestructiva. Traté de actuar como si el abuso no hubiera existido e intenté suprimir los sentimientos que se asociaban con él. Con el tiempo, me deprimí. Mi autoestima se vio muy afectada y me alejé de las personas y de las actividades en las que participaba. Finalmente, reconocí y acepté el hecho de que necesitaba ayuda. Necesitaba aprender a lidiar con el ataque y a superar sus consecuencias. Empecé a recibir ayuda psicológica y me reconecté con mi sistema de apoyo espiritual.
P: Tus métodos para lidiar con los problemas, ¿han cambiado con el tiempo?
R: Sí. A medida que los años pasaron y le dediqué más tiempo y más atención a mi relación con Dios, las cosas empezaron a cambiar milagrosamente. Sé que no todos tienen una religión o fe oficial, pero me doy cuenta de que mientras más me conozco desde una perspectiva religiosa, más aprendo a quererme. Le atribuyo a Dios la salvación de mi vida. No todos son creyentes, pero el amor de Dios me liberó de la culpa, me dio el valor para enfrentar la vergüenza, reemplazó el miedo por la fe, me ayudó a darle curso a la ira y a perdonar la ofensa.
P: Mencionaste que sentías que el ataque podría haberse evitado y que era tu culpa. ¿Hay algo que quisieras decirle a otros sobrevivientes que quizás están lidiando con estos sentimientos?
R: Es muy importante centrar tu atención en lo que puedes hacer ahora en lugar de darle vueltas a lo que no se puede cambiar. Seguir repasando y reproduciendo en tu mente los detalles de una experiencia dolorosa no te deja salir de ese lugar de dolor. Si tienes el deseo de superarlo y seguir adelante, debes actuar. Siéntete agradecido por haber sobrevivido al ataque y date cuenta de que algunas personas que han experimentado esto quizás no han sido tan afortunadas. Sé paciente contigo mismo mientras atraviesas el camino hacia la recuperación de la salud.
P: Como pastora, brindas apoyo a otros sobrevivientes. ¿Tienes algún consejo para otras personas a las que han abusado?
R: Este es mi consejo para alguien que está intentando superar las consecuencias del abuso sexual:
- Denuncia el abuso.
- Acepta que el abuso sexual NUNCA es tu culpa.
- No trates de ocultar el hecho de que te han abusado.
- Recurre a tus seres queridos en busca de apoyo y habla sobre tus sentimientos.
- Obtén ayuda psicológica profesional si la necesitas.
- Acepta y enfrenta cada emoción que experimentes. Tómate el tiempo para procesar cada emoción.
- Si la oración es parte de tu vida, reza para tener la capacidad de perdonar.
P: ¿Por qué crees que es importante que los sobrevivientes hablen de sus sentimientos?
R: Creo que las cosas que se suprimen raramente se enfrentan. Los sentimientos negativos que se suprimen y se ignoran suelen manifestarse de la forma más desagradable en un determinado momento. Si no se lidia con el enojo, este se puede convertir en rencor y e invadir otras áreas de tu vida. Hablar sobre lo que te sucede puede contribuir a tu fortaleza y bienestar, lo que te ayudará a tener una perspectiva más positiva sobre lo que estás enfrentando.
P: ¿Qué has aprendido de otros sobrevivientes acerca del proceso de sanación?
R: He aprendido que cada individuo tiene el control de su propio proceso de sanación. Si actúas positivamente, tendrás resultados positivos. De igual modo, si actúas negativamente, tendrás resultados negativos. Esto es algo muy personal y nadie puede hacerlo por ti. Debes tener una actitud proactiva respecto a tu instinto de conservación y recuperación.
P: ¿Qué quieres que sepan otros sobrevivientes?
R: Existe vida del otro lado. Cuando estaba en medio de mi relación, no podía imaginar un futuro sin mi novio. Pero después de salir y pasar por un gran proceso de sanación, ¡amo mi vida! Me río libremente y disfruto de mis amigos. Soy actriz y comediante con la oportunidad de aparecer en escenarios y pantallas de todos el país y el mundo. He tenido varios novios amables y maravillosos en mi vida adulta. Cada proceso es diferente, pero no debes sentirte sola. Al ser sobrevivientes estamos conectadas. Nuestras voces son fuertes. Si rompemos el silencio juntas podremos superar la violencia.
P: ¿Cuál es tu consejo para otras mujeres que quizás se sienten muy asustadas o avergonzadas para buscar apoyo?
R: Rodéate de tus seres queridos, comparte tus miedos con ellos y acepta su apoyo. No tienes nada de qué avergonzarte porque eres una víctima inocente. Jamás aceptes una culpa que no es tuya.