Nota del editor: esta entrada de blog es un cruce de información con el blog de Mentalhealth.gov. La fecha de publicación original fue el 1 de abril de 2014.

En todo el país, hay un movimiento cada vez mayor para crear servicios, organizaciones y comunidades "informadas sobre el trauma". Este movimiento refleja la idea de que el trauma psicológico y el estrés tóxico son experiencias casi universales que pueden afectar cada aspecto de la vida, y que todos tienen un papel para abordar el problema.

Según los expertos nacionales reunidos por la SAMHSA, el trauma es generado por eventos o circunstancias considerados por una persona como nocivos o potencialmente mortales y que han tenido efectos secundarios duraderos en su bienestar mental, físico, social, emocional o espiritual.

Si bien muchas personas viven eventos traumáticos sin padecer efectos prolongados, el trauma puede ser una carga pesada para personas, familias y comunidades. La asistencia con información sobre el trauma puede ayudar.

Ser consciente sobre el trauma significa:

• Darse cuenta de cómo el trauma afecta a las personas,
• Reconocer los signos,
• Responder mediante cambios de prácticas, y
• Resistir la reincidencia de la traumatización mediante la superación del trauma y el estrés tóxico en la vida del personal y las personas a quienes atendemos.

Muchos estadounidenses encuentran consuelo y asistencia en líderes espirituales y comunidades basadas en la fe durante tiempos de dolor, pérdida o trauma. De hecho, muchas personas acuden a un miembro de la iglesia antes de consultar a un profesional de salud mental.

Para algunos, las creencias religiosas y la fe proporcionan una fuente de sabiduría o una explicación que puede ayudar a restablecer una sensación de significado tras un evento desgarrador. Para otros, las relaciones que se forman en comunidades espirituales se basan en el apoyo y la comprensión profundos.

Un conjunto cada vez más extenso de investigaciones también documenta los efectos positivos de la oración y las prácticas espirituales como la meditación, la contemplación y la música sagrada.

Por ejemplo, se sabe que el yoga es un tratamiento efectivo para problemas relacionados con traumas; la meditación y la capacitación "mindfulness" reducen la depresión y la ansiedad.

Claramente, las comunidades basadas en la fe tienen el potencial de sanar.

Una congregación que entiende plenamente el impacto del trauma y sabe cómo responder está bien informada sobre el trauma.

Además de entender los impactos del estrés, una congregación informada sobre el trauma:

• Espera y apoya la recuperación tras la adversidad,
• Tiene recursos físicos, sociales y psicológicos para ayudar a atenuar y sanar los efectos negativos que deja una experiencia traumática, y
• Está preparada para tomar medidas deliberadas y colectivas frente a la adversidad.

Hay algunas formas de hacer que tu congregación o comunidad estén más informadas sobre el trauma, entre ellas:

• Informarse sobre cómo el trauma y el estrés tóxico pueden afectar a las personas. Te sorprenderás al descubrir la frecuencia con la que el trauma subyace en problemas que aparentemente no tienen ninguna relación.
• Preguntarse "¿Qué pasó?" en vez de "¿Qué está mal?" al hablar con un amigo que necesita ayuda.
• Darles a las personas la oportunidad de contar sus historias a su ritmo y a su manera. Si bien algunas veces se necesita tratamiento especializado para el trauma, contarle a alguien lo que pasó es a menudo suficiente para comenzar el proceso de sanación.
• Promover y expresar empatía en tu familia, congregación o comunidad. Transmite un mensaje de no violencia, amor y compasión.
• Solicitar a los líderes espirituales que apoyen el desarrollo de una congregación informada sobre el trauma y que se unan al movimiento.

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