Las fiestas: cómo lidiar con las pérdidas
Es época festiva y la vida parece más ajetreada que nunca. Estoy ocupándome de mi aparentemente interminable lista de los regalos que debo comprar, los eventos a los que debo asistir y las cosas que debo envolver antes de que termine el año. Es durante los momentos de tranquilidad, en medio de tal ajetreo, que siento un vacío. Mi vacío tiene nombre: Erskine Hallam Bishop. Ese vacío es el de un hombre brillante que tenía una sonrisa encantadora. Era adusto, dedicado y amoroso a su manera.
Mi padre falleció mientras dormía una noche en 2004. Era un hombre carismático, complejo y atento, y a los 37 años le tocó la tarea de cuidar a su esposa —quien quedó con una discapacidad mental luego de un aneurisma cerebral— y de criar a tres niños bulliciosos. Como consecuencia, desempeñó el rol de padre, madre, protector y formador de mi mundo.
Si bien nunca pedía regalos durante las fiestas, yo siempre intentaba comprarle algo especial —y hasta un poco extravagante— como símbolo de gratitud por todos los sacrificios que hizo para ocuparse de nosotros. Todos los años, dedicaba tiempo a abrir los regalos y hacía de eso un divertido ritual. Abría el paquete delicadamente por las uniones, con cuidado de no romper el papel de colores. Yo lo observaba, llena de entusiasmo. A mitad del proceso de apertura de su regalo, siempre intervenía y "lo ayudaba" rompiendo el papel ¡porque siempre se tomaba una eternidad para abrirlo! (Nota: a una persona nunca debería llevarle más de un minuto abrir un regalo. ¡NUNCA!) Esto se transformó en nuestra tradición y hasta el día de hoy, sonrío cuando me acuerdo de él inspeccionando el regalo envuelto para encontrar las uniones.
Normalmente, a medida que se acerca la época festiva, comienzo a sentir una angustia en el corazón. En algún momento, termino llorando y con una sensación de pérdida. Durante los primeros años posteriores a su muerte, esperaba el llanto, prácticamente lo recibía como una forma de alivio. Pero a medida que pasaba el tiempo, me sorprendía que esos sentimientos perdurasen. Me preguntaba: "¿Esto es normal?". Y después de haber investigado un poco y de haber hablado con mis hermanos y mis amigos más cercanos, descubrí que muchas personas afrontan el duelo durante esta época. Las fiestas están llenas de reuniones familiares y tradiciones y es lógico notar cuando falta un ser querido especial.
En vez de intentar ignorar o reprimir mis sentimientos, los acepto como una forma de honrar la memoria de mi padre. Durante estos días en los que ocupa un lugar especial en mi mente, traigo a mi memoria recuerdos tiernos de él y me ocupo de mi cuidado personal. Controlo mi duelo siguiendo estas seis prácticas sencillas:
- Dormir bien. Recuerda que la mayoría de las personas necesitan de 7 a 8 horas de sueño para sentirse descansadas.
- Consumir alimentos saludables y seguir una dieta equilibrada. Lo que comes puede afectar directamente tu nivel de energía, salud física y estado de ánimo. Las deficiencias de algunos nutrientes como la vitamina D se han relacionado con la depresión en las mujeres.
- Evitar el alcohol y las drogas como vías de escape o para sobrellevar el dolor.
- Hacer actividad física. Es una manera excelente de liberar endorfinas y levantar el ánimo.
- Hacer trabajo voluntario. Es difícil estar triste cuando dedicas tu tiempo y energía a ayudar a otras personas. Podrías elegir una organización benéfica que haya sido valiosa para tu ser querido.
- Hablar. No afrontes tu angustia sola. Habla con un ser querido, un grupo de apoyo o un profesional acerca de tus sentimientos.
Si tienes muchos problemas para comer, dormir, concentrarte o hacer tus tareas cotidianas durante más de dos o tres semanas, habla con tu médico. Podrían ser señales de depresión u otro problema que puede solucionarse con atención médica.
Con el tiempo, he logrado aceptar que la pérdida es una parte de la vida y que los sentimientos que conlleva pueden controlarse. Si bien no puedo eliminar el vacío que hay en mi vida, decidí redefinirlo. En vez de pensar en la pérdida, pienso en los buenos momentos. Cuando siento que la tristeza me invade, llamo a mi hermano Peter y hablamos de nuestro padre. Normalmente, terminamos riendo de nuestra crianza peculiar. A veces, dejo que el sentimiento de pérdida me inunde por un instante, porque no tiene nada de malo vivir la propia realidad. No existe una regla con respecto al tiempo que dura un duelo. Es distinto para cada persona. Sin embargo, si esta época del año te resulta difícil y tienes problemas para sobrellevarla, no estás sola. Las personas quieren ayudar. Obtén más información sobre cómo sobrellevar la pérdida de un ser querido, tu cónyuge o un hijo adulto.
Esta es una época del año fabulosa, llena de reuniones familiares, comida, diversión y amor. Aun si sientes un vacío en tu vida, haz un esfuerzo por sumarte a la alegría de esta época, recordar a tus seres queridos ¡y pasar unas fiestas saludables y felices!