Me gustaría vivir por mucho tiempo, y eso incluye ser activa, viajar y mantenerme en contacto con mi familia. Dar lo mejor de mí y mantenerme saludable me permite disfrutar de lo que más amo.

A veces me despierto y no quiero hacer ejercicio o jugar al tenis. Eso es normal. Me gusta darme pequeñas recompensas por lograr lo que debo hacer. Me digo a mí misma: "de acuerdo, luego de la práctica, puedo ir a tomar un yogur helado o ver una película".

Me gustan las rutinas del gimnasio, las caminatas por la playa y, ocasionalmente, una clase de yoga o spinning. Me gusta mezclar y desafiar a mi cuerpo con nuevas actividades para no aburrirme.

Todo se basa en el equilibrio. Escoge alimentos saludables que te hagan sentir bien. Hay alimentos que sé que debo evitar porque me sentiré cansada o mal después de comerlos. La clave está en escuchar a tu cuerpo y saber lo que es mejor para él.

¡El maní! Viajo a todos lados con una bolsa llena. Son fáciles de comer, lo que es ideal para mí dado que viajo con regularidad.

Repito: creo que es importante escuchar a tu cuerpo. Si tuve un día largo o me siento cansada, sé que no debo esforzarme ni hacer planes. Voy a casa, tomo un baño, enciendo unas velas y me relajo. No hacer planes y pasar tiempo con mi familia es la mejor manera de desestresarme.

Soy fanática de los difusores. Me gusta utilizar lavanda porque me ayuda a relajarme y dormir bien. Además, el ejercicio también me ayuda a dormir. Noté que siempre duermo mejor cuando realizo actividad física ese día.

Concerto todas las citas anuales para el mismo momento del año. Las programo cuando sé que tendré tiempo libre y no tendré que cancelar o reprogramar por el trabajo u otros compromisos. Además, es fácil recordar mis citas si todas están programadas para el mismo momento del año.