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Prepararse para amamantar

Prepararse para amamantar

Conoce los pasos que puedes seguir antes y después del nacimiento para que la lactancia materna transcurra sin problemas para ti y tu bebé.

Prepárate para amamantar antes del nacimiento

  • Recibe el cuidado prenatal adecuado que puede ayudarte a evitar un nacimiento prematuro y la hospitalización de tu bebé después de que te vayas a casa. Los bebés prematuros (nacidos antes de las 39 semanas de embarazo) tienen más problemas con la lactancia materna que los bebés nacidos a término.1
  • Informa a tu médico acerca de tus planes para amamantar y pregúntale si el lugar donde planeas dar a luz a tu bebé cuenta con personal y equipamiento apropiados para promover la lactancia materna después del parto. Algunos hospitales y centros de maternidad han tomado medidas especiales para generar el mejor entorno posible para promover la lactancia materna. A estos lugares se los conoce como hospitales y centros de maternidad amigos de los niños.
  • Asiste a una clase de lactancia materna. Las mujeres embarazadas que aprenden cómo amamantar tienen más posibilidades de amamantar que aquellas que no lo hacen. Las clases sobre lactancia materna les ofrecen a las mujeres embarazadas y a sus parejas la oportunidad de prepararse y despejar dudas antes de la llegada del bebé.
  • Pide a tu médico que te recomiende un consultor en lactancia. Puedes establecer una relación con un consultor en lactancia antes de la llegada de tu bebé de modo que te sientas respaldada y preparada después del nacimiento.
  • Habla con tu médico sobre tu salud. Consulta sobre cualquier cirugía de seno o lesiones que pudieras haber tenido. Si padeciste depresión, o estás tomando suplementos o medicamentos, consulta a tu médico qué tratamientos puedes mantener durante el período de lactancia materna.
  • Comunica al médico tu deseo de comenzar a amantar tan pronto como sea posible después del parto. El instinto de succión es muy fuerte durante la primera hora de vida del bebé.
  • Habla con tu médico sobre las opciones de anticonceptivos después del parto. Algunos tipos de anticonceptivos interfieren con la lactancia, pero muchos no lo hacen.
  • Habla con amigas que hayan amamantado o considera la posibilidad de unirte a un grupo de apoyo sobre lactancia materna.
  • Adquiere los elementos que puedas necesitar para amantar, como sostenes de lactancia, cobertores y almohadas para amamantar.

Medidas que puedes adoptar inmediatamente después del nacimiento para tener un gran comienzo en la lactancia materna

  • Abraza a tu bebé para sentir su piel inmediatamente después del parto si ambos están sanos.
  • Comienza amantar tan pronto como sea posible después del parto.
  • Busca la ayuda de un consultor en lactancia.
  • Pide al personal del hospital que eviten darle chupetes, agua con azúcar o leche de fórmula al bebé, a menos que sea médicamente necesario.
  • Deja que el bebé permanezca en tu habitación del hospital durante todo el día y toda la noche para que puedas amamantar con frecuencia.
  • Trata de no darle chupetes ni pezones artificiales hasta que tu bebé logre tener un buen agarre al pezón (generalmente alrededor de 3 a 4 semanas de vida).

Medidas que tu cónyuge puede adoptar para apoyar la lactancia materna

Habla con el padre, tu cónyuge y otros miembros de tu familia sobre cómo pueden ayudar con la lactancia materna. Tu cónyuge y otros miembros de tu familia pueden hacer lo siguiente:

  • Apoyar tu lactancia con actitudes amables y motivadoras
  • Demostrar su amor y aprecio por todo el trabajo que supone la lactancia materna
  • Saber escucharte cuando necesites hablar de las inquietudes sobre la lactancia que puedas tener
  • Asegurarse de que cuentas con lo suficiente para comer, beber y descansar
  • Ayudar con las tareas de la casa
  • Atender a los otros niños de la casa
  • Darle amor al bebé mediante juegos, charlas y caricias

Consejos para experimentar una lactancia materna exitosa

  • Identifica las señales de hambre de tu bebé. Las señales que te indican que tu bebé puede tener hambre son:
    • Ponerse más alerta y activo
    • Llevar las manos o los puños a la boca
    • Hacer movimientos de succión con la boca
    • Girar la cabeza para buscar el pecho

    Llorar puede ser un indicio tardío de hambre, y puede ser más difícil para el bebé prenderse al pecho si está molesto. Con el tiempo, serás capaz de identificar las señales del bebé para saber cuándo comenzar a alimentarlo.

  • Sigue a tu bebé. Algunos bebés se alimentan (o "toman") de ambos senos, uno tras otro, en cada comida. Otros bebés toman de un solo seno en cada comida. Permite que tu bebé termine el primer seno siempre y cuando siga succionando y tragando. Soltará tu seno cuando haya terminado. Ofrécele el otro seno si parece querer más. Si tu bebé se duerme mientras lo estás amamantando y te preocupa que no haya recibido suficiente leche, prueba pasarlo al otro seno o aprieta el seno para que salga más leche y el bebé se despierte. Aprende cómo saber si tu bebé está recibiendo suficiente leche.
  • Mantén a tu bebé cerca tuyo. El contacto piel a piel entre tú y el bebé aliviará su llanto y también ayudará a mantener estable la frecuencia cardíaca y respiratoria del bebé. Un portabebés suave tipo manta puede ayudarte a "envolverte" a tu bebé.
  • Evita la confusión tetina-pezón. No uses chupetes ni biberones en las primeras semanas después del nacimiento, a menos que exista una razón médica. Si necesitas usar suplementos, trabaja con una consultora en lactancia. Ella puede mostrarte las maneras de darle suplementos que te ayuden a ti y al bebé a continuar con la lactancia materna. Estas incluyen alimentar a tu bebé con una jeringa, un pequeño tubo pegado junto al pezón, o una taza pequeña y flexible. Trata de darle primero leche extraída a mano o con un extractor.
  • Cerciórate de que el bebé duerma de forma segura y cerca de ti. Hazlo dormir en una cuna o moisés en tu habitación para que lo puedas amamantar más fácilmente por la noche. Las investigaciones revelaron que cuando un bebé comparte la habitación con sus padres, el bebé tiene un menor riesgo de sufrir el síndrome de muerte súbita del lactante (llamado SMSL).1

Fuentes

1. Buckley, K.M., Charles, G.E. (2006). Beneficios y desafíos de la transición de los bebés prematuros a la lactancia materna (versión en inglés). International Breastfeeding Journal; 1(13): 1-13.