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A corto plazo, el estrés puede ser útil. Pero el estrés a largo plazo puede ocasionar problemas de salud graves. Conoce más sobre el estrés y tu salud.
Lo que comes puede afectar tu humor y tu salud mental general. Aprende más.
La actividad física no solo mantiene tu corazón saludable, también estimula tu cerebro. Más información.
Una mala noche de sueño puede hacerte sentir irritada o que tengas dificultad para concentrarte. Con el tiempo, la falta de sueño puede generar problemas de salud graves, entre ellos afecciones de salud mental como la depresión y la ansiedad. Aprende cómo mejorar tus hábitos de sueño.
El tabaco y el consumo de drogas y alcohol puede ayudarte a lidiar con tus problemas por un momento; sin embargo, a largo plazo, el tabaco, las drogas y el alcohol dañan tu salud física y mental. Obtén más información sobre el alcoholismo, el trastorno por uso de sustancias y la adicción.
Busca ayuda cuando la necesites. Acude a un profesional de salud mental si necesitas ayuda profesional. Encuentra un profesional de salud mental cerca de ti. Conoce más sobre cómo darte cuenta que tienes una afección de salud mental.
Formar una red de amigos y familia que te apoyen, sea en línea o en persona, puede ayudarte a mantener una buena salud mental, divertirte y sentirte conectada.
Lo que comes y lo que bebes puede tener un efecto directo en tus niveles de energía y en tu humor. Los investigadores creen que optar por alimentos saludables puede tener un efecto positivo en tu humor.1
Optar por alimentos nutritivos probablemente no cure una afección de salud mental, pero la alimentación saludable es una buena manera de comenzar a sentirte mejor. Pídele a tu médico o enfermera más información sobre los alimentos adecuados para mantener tu cuerpo y mente saludables. También puedes visitar uno de estos sitios para obtener planes de alimentación e ideas de recetas saludables y gratuitos:
La actividad física puede ayudar a tu salud mental de distintas formas:
La actividad física regular puede beneficiar a tu salud a largo plazo. Estar activa a diario (al menos 30 minutos al día de actividad aeróbica de intensidad moderada, como la caminata a buen ritmo) ayuda a mantener tu salud. Todas las mujeres estadounidenses también deberían hacer ejercicios de fortalecimiento al menos 2 días a la semana para desarrollar y mantener los músculos.8 Es posible que tu médico o enfermera te recomiende hacer ejercicio además de tomar los medicamentos o recibir asesoramiento para las afecciones de salud mental.
Obtén más información sobre cómo mantenerte activa para estar saludable.
Al envejecer, tu cuerpo y tu cerebro cambian. Estos cambios pueden afectar tu salud física y mental. Es posible que las mujeres mayores se enfrenten a una vida o situaciones financieras más estresantes que los hombres, dado que, en promedio, las mujeres viven más tiempo. Es posible que también hayan pasado más tiempo en casa criando a los niños o cuidando de un ser querido en lugar de trabajar en otro lugar.
En los años precedentes a la menopausia (perimenopausia), las mujeres pueden experimentar cambios de humor debido a los cambios hormonales. También pueden experimentar sofocones, problemas para dormir y otros síntomas que pueden hacer más difícil lidiar con el estrés u otros cambios en su vida.
Conoce más sobre cómo el envejecimiento y la menopausia afectan tu salud mental.
Las personas que no son físicamente saludables pueden tener problemas para mantenerse mentalmente saludables. Las personas que padecen problemas de salud crónicos (a largo plazo), como la diabetes y la enfermedad cardíaca, suelen ser más propensas a tener altos niveles de estrés, depresión y ansiedad.9 Los investigadores no saben con seguridad qué problemas ocurren primero, pero muchas personas padecen una enfermedad crónica y una afección de salud mental. Tener una enfermedad crónica no siempre significa que tendrás una afección de salud mental; sin embargo, si padeces ambas, ten en cuenta que no estás sola. Puedes obtener ayuda de grupos de apoyo y profesionales de atención médica. Los hábitos saludables, como la alimentación saludable y la actividad física, que ayudan a mejorar muchas enfermedades crónicas también pueden mejorar las afecciones de salud mental.
Los químicos que contienen el tabaco y el alcohol pueden modificar los químicos en tu cerebro, haciéndote más propensa a sentirte deprimida o ansiosa.10,11 Las personas con afecciones de salud mental también tienen más probabilidades de recaer en el tabaquismo y el consumo de alcohol.
El consumo de drogas ilegales, o bien la mala utilización de medicamentos recetados, también está relacionado con las afecciones de salud mental. Los investigadores no saben con seguridad si las drogas pueden causar afecciones de salud mental, si las afecciones de salud mental causan adicción o si ambas están vinculadas a otro problema de salud. Las personas que han experimentado un trauma, sea físico o emocional (o ambos), son más propensas al consumo de drogas y alcohol.
Dos de cada 3 mujeres experimentaron al menos un evento negativo o traumático grave durante la infancia, lo que aumenta el riesgo de padecer problemas de salud en la adultez, entre ellos afecciones de salud mental.12
Las mujeres son más propensas que los hombres a experimentar ciertos tipos de trauma, como el abuso sexual, y tienen mayor riesgo de desarrollar una afección de salud mental.
Las afecciones de salud mental afectan a mujeres de cualquier raza y etnia. Sin embargo, tu entorno (dónde y cómo vives) puede tener un efecto en tu salud mental. Las mujeres que crecieron o viven en la pobreza en la adultez y las mujeres de una minoría sexual (por ejemplo, las que se identifican como lesbianas o bisexuales) son más propensas a experimentar afecciones de salud mental, como depresión.13
No. Muchas personas experimentan un estrés importante en su vida, como pobreza, desempleo, trauma, abuso, dificultades familiares o problemas de salud crónicos. Experimentar estas situaciones estresantes no significa que desarrollarás una afección de salud mental. Sin embargo, si experimentas situaciones estresantes graves y desarrollas una afección de salud mental, ten en cuenta que no es tu culpa. Puedes buscar ayuda y tratamiento para las afecciones de salud mental.
Conocer las distintas formas de controlar el estrés y buscar ayuda cuando la necesites puede ayudar a proteger tu salud mental. Conoce más sobre las medidas que puedes tomar para proteger tu salud mental.
Para obtener más información acerca de la buena salud mental, llama a la línea de ayuda de OWH al 1-800-994-9662 o consulta los siguientes recursos de otras organizaciones:
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La Oficina para la Salud de la Mujer agradece el comentario médico en 2017 por:
El Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH, por sus siglas en inglés)
La Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias (SAMHSA, por sus siglas en inglés)
Danielle Johnson, M.D., FAPA, Psiquiatra, Presidente de Personal Médico, Jefa de Psiquiatría en Adultos, Directora, Programa de Salud Mental para Mujeres, Departamento de Psiquiatría y Neurociencia Conductual, University of Cincinnati
Cassidy Gutner, Ph.D., Profesora Adjunta, Departamento de Psiquiatría, Facultad de Medicina de Boston University; Centro Nacional para el PTSD, División de Ciencias de Salud de la Mujer, Sistema de Atención Médica de Boston VA, Departamento de Asuntos de los Veteranos de los EE. UU.
Mark A. Lumley, Ph.D., Profesor y Director de Capacitación en Psicología Clínica, Departamento de Psicología, Wayne State University, y su equipo de Laboratorio de Salud y Estrés: Jennifer Carty, Heather Doherty, Hannah Holmes, Nancy Lockhart y Sheri Pegram
Mark Chavez, Ph.D., Director, Programa de Investigación de Trastornos de la Conducta Alimentaria, NIMH
Kamryn T. Eddy, Ph.D. y Jennifer J. Thomas, Ph.D., profesores adjuntos de Psicología, Departamento de Psiquiatría, Facultad de Medicina de Harvard; codirectores del Eating Disorders Clinical and Research Program, Massachusetts General Hospital
Kendra Becker, M.S., médica clínica adjunta en Psicología, Departamento de Psiquiatría, Massachusetts General Hospital
Michael Kozak, Ph.D., División de Investigación Traslacional y Desarrollo de Tratamientos en Adultos, NIMH
Alicia Kaplan, M.D., Profesora Adjunta de Psiquiatría, Escuela de Medicina de la Universidad de Temple y Facultad de Medicina de la Universidad de Drexel, y psiquiatra del personal, División de Servicios para Adultos, Departamento de Psiquiatría, Allegheny Health Network, Allegheny General Hospital
Los materiales en estas páginas no tienen restricciones por derecho de autor y se pueden copiar, reproducir o duplicar sin permiso de la Oficina para la Salud de la Mujer en el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. Se agradece citar la fuente.
Última actualización de la página: 28 de agosto de 2018.
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Lo que comes y lo que bebes puede tener un efecto directo en tus niveles de energía y en tu humor. Los investigadores creen que optar por alimentos saludables puede tener un efecto positivo en tu humor.1
Optar por alimentos nutritivos probablemente no cure una afección de salud mental, pero la alimentación saludable es una buena manera de comenzar a sentirte mejor. Pídele a tu médico o enfermera más información sobre los alimentos adecuados para mantener tu cuerpo y mente saludables. También puedes visitar uno de estos sitios para obtener planes de alimentación e ideas de recetas saludables y gratuitos:
La actividad física puede ayudar a tu salud mental de distintas formas:
La actividad física regular puede beneficiar a tu salud a largo plazo. Estar activa a diario (al menos 30 minutos al día de actividad aeróbica de intensidad moderada, como la caminata a buen ritmo) ayuda a mantener tu salud. Todas las mujeres estadounidenses también deberían hacer ejercicios de fortalecimiento al menos 2 días a la semana para desarrollar y mantener los músculos.8 Es posible que tu médico o enfermera te recomiende hacer ejercicio además de tomar los medicamentos o recibir asesoramiento para las afecciones de salud mental.
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Al envejecer, tu cuerpo y tu cerebro cambian. Estos cambios pueden afectar tu salud física y mental. Es posible que las mujeres mayores se enfrenten a una vida o situaciones financieras más estresantes que los hombres, dado que, en promedio, las mujeres viven más tiempo. Es posible que también hayan pasado más tiempo en casa criando a los niños o cuidando de un ser querido en lugar de trabajar en otro lugar.
En los años precedentes a la menopausia (perimenopausia), las mujeres pueden experimentar cambios de humor debido a los cambios hormonales. También pueden experimentar sofocones, problemas para dormir y otros síntomas que pueden hacer más difícil lidiar con el estrés u otros cambios en su vida.
Conoce más sobre cómo el envejecimiento y la menopausia afectan tu salud mental.
Las personas que no son físicamente saludables pueden tener problemas para mantenerse mentalmente saludables. Las personas que padecen problemas de salud crónicos (a largo plazo), como la diabetes y la enfermedad cardíaca, suelen ser más propensas a tener altos niveles de estrés, depresión y ansiedad.9 Los investigadores no saben con seguridad qué problemas ocurren primero, pero muchas personas padecen una enfermedad crónica y una afección de salud mental. Tener una enfermedad crónica no siempre significa que tendrás una afección de salud mental; sin embargo, si padeces ambas, ten en cuenta que no estás sola. Puedes obtener ayuda de grupos de apoyo y profesionales de atención médica. Los hábitos saludables, como la alimentación saludable y la actividad física, que ayudan a mejorar muchas enfermedades crónicas también pueden mejorar las afecciones de salud mental.
Los químicos que contienen el tabaco y el alcohol pueden modificar los químicos en tu cerebro, haciéndote más propensa a sentirte deprimida o ansiosa.10,11 Las personas con afecciones de salud mental también tienen más probabilidades de recaer en el tabaquismo y el consumo de alcohol.
El consumo de drogas ilegales, o bien la mala utilización de medicamentos recetados, también está relacionado con las afecciones de salud mental. Los investigadores no saben con seguridad si las drogas pueden causar afecciones de salud mental, si las afecciones de salud mental causan adicción o si ambas están vinculadas a otro problema de salud. Las personas que han experimentado un trauma, sea físico o emocional (o ambos), son más propensas al consumo de drogas y alcohol.
Dos de cada 3 mujeres experimentaron al menos un evento negativo o traumático grave durante la infancia, lo que aumenta el riesgo de padecer problemas de salud en la adultez, entre ellos afecciones de salud mental.12
Las mujeres son más propensas que los hombres a experimentar ciertos tipos de trauma, como el abuso sexual, y tienen mayor riesgo de desarrollar una afección de salud mental.
Las afecciones de salud mental afectan a mujeres de cualquier raza y etnia. Sin embargo, tu entorno (dónde y cómo vives) puede tener un efecto en tu salud mental. Las mujeres que crecieron o viven en la pobreza en la adultez y las mujeres de una minoría sexual (por ejemplo, las que se identifican como lesbianas o bisexuales) son más propensas a experimentar afecciones de salud mental, como depresión.13
No. Muchas personas experimentan un estrés importante en su vida, como pobreza, desempleo, trauma, abuso, dificultades familiares o problemas de salud crónicos. Experimentar estas situaciones estresantes no significa que desarrollarás una afección de salud mental. Sin embargo, si experimentas situaciones estresantes graves y desarrollas una afección de salud mental, ten en cuenta que no es tu culpa. Puedes buscar ayuda y tratamiento para las afecciones de salud mental.
Conocer las distintas formas de controlar el estrés y buscar ayuda cuando la necesites puede ayudar a proteger tu salud mental. Conoce más sobre las medidas que puedes tomar para proteger tu salud mental.
Para obtener más información acerca de la buena salud mental, llama a la línea de ayuda de OWH al 1-800-994-9662 o consulta los siguientes recursos de otras organizaciones:
Este contenido es provisto por la Oficina para la Salud de la Mujer.
Un sitio web del gobierno federal administrado por la Oficina para la Salud de la Mujer en la Oficina del Subsecretario de Salud en el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE. UU.
200 Independence Avenue, S.W., Washington, DC 20201
1-800-994-9662 • Lunes a viernes, 9 a.m. a 6 p.m. ET (cerrado en los feriados nacionales).