Día 4 - 15 de mayo: Hablemos: reducir el estigma sobre la salud de la mujer 

Rompamos el silencio: hablemos sobre la salud de la mujer

Es hora de hablar en serio sobre la salud de la mujer. Los temas relacionados con la salud de la mujer, como el período (la menstruación), los trastornos de la conducta alimentaria, la violencia de género y los problemas de salud reproductiva, suelen ser objeto de estigma y muchas personas no se sienten cómodas hablando sobre estas cuestiones. La mitad de la población mundial afronta muchos de estos problemas de salud y hablar sobre ellos nos ayuda a todos a aprender y a sentirnos más cómodos.

La menstruación es un proceso natural

En primer lugar, el período menstrual. Es algo natural, pero mucha gente aún se siente incómoda al hablar de ello. El ciclo de cada mujer es único. Algunas sufren mucho dolor, cambios de humor o flujo abundante, mientras que otras tienen muy pocos síntomas o pocas molestias. Es importante normalizar el diálogo abierto sobre el período menstrual, ya sea compartir consejos para controlar los dolores o comprender cómo el ciclo afecta el cuerpo en general.

El período menstrual no es igual para todas. El cuerpo de cada mujer es diferente y muchas mujeres presentan cambios en el ciclo durante toda la vida debido a factores como la edad, el estrés, el uso de anticonceptivos y los embarazos.

• Regular pero variado: El ciclo menstrual generalmente dura 28 días, pero suele variar. Puede durar desde 24 días o hasta 38 días en mujeres adultas y de 21 a 45 días en adolescentes.
• Flujo abundante o flujo ligero: La mujer promedio pierde aproximadamente entre 2 y 3 cucharadas (30 a 44 mililitros) de sangre durante el período menstrual, pero esto puede variar de 1 a 6 cucharadas (15 a 90 mililitros). Lo "normal" puede variar ampliamente.
• Los dolores menstruales no son solo dolores: Hasta el 80 % de las mujeres sufren dolores menstruales en algún momento de su vida y, para el 5 %-10 %, estos dolores pueden ser lo suficientemente intensos como para interferir con las actividades diarias.
• Síndrome premenstrual (SPM): Aproximadamente el 90 % de las mujeres menstruantes sufren algún tipo de SPM, que puede incluir cambios de humor, hinchazón y dolores de cabeza.

¿Quieres aprender más sobre los ciclos menstruales? Nuestro centro de recursos fácil de comprender brinda información sobre el seguimiento de tu ciclo, el control de los síntomas y cómo mantenerte sana.

Los trastornos de la conducta alimentaria no discriminan

Los trastornos de la conducta alimentaria son afecciones graves de la salud mental y física que afectan aproximadamente al 9 % de la población estadounidense. Los trastornos de la conducta alimentaria conllevan un fuerte estigma, sobre todo en relación con las personas en riesgo de sufrir estos trastornos o aquellas que los padecen. Los trastornos de la conducta alimentaria no discriminan; afectan a personas de cualquier edad, raza y etnia, identidad de género, orientación sexual, forma de cuerpo, nivel de capacidad y condición socioeconómica. Algunos grupos de personas, como las minorías raciales y étnicas, la comunidad LGBTQIA+ y las personas con cuerpos más grandes, padecen trastornos de la conducta alimentaria en tasas iguales o superiores a las de la población general, pero a menudo encuentran obstáculos para el diagnóstico y el tratamiento debido a la estigmatización. Comprender los factores de riesgo de los trastornos de la conducta alimentaria, dejar de lado los prejuicios y conocer los signos puede ayudar a todos a entender mejor estas complejas afecciones y a apoyar a personas de nuestro entorno que puedan estar luchando contra ellas.

Muchas agencias federales están trabajando para abordar la VG al reforzar el acceso a servicios como educación, empleos, vivienda, atención médica, cuidado infantil asequible y cuidado de personas mayores, todos relacionados con las tasas de VG. Si tú o alguien que conoces está sufriendo algún tipo de VG, hay ayuda disponible a través de la Línea Nacional de Ayuda Contra la Violencia Doméstica, que ofrece asistencia gratuita y confidencial las 24 horas, todos los días. Las personas que son o fueron víctimas de trata pueden recibir asistencia a través de la Línea Nacional contra la Trata de Personas. Todas las personas tienen derecho a vivir libres de la amenaza de la violencia de género.

Problemas de salud reproductiva: más comunes de lo que crees

Muchas mujeres sufren trastornos que comprometen y afectan sus órganos reproductores y les generan dolor, molestias y problemas para quedarse embarazadas. La endometriosis es una problema de salud reproductiva que no suele diagnosticarse ni comprenderse. La endometriosis ocurre cuando un tejido similar al que recubre al útero crece fuera del mismo. Afecta a 1 de cada 10 mujeres y puede causar dolor intenso y problemas de fertilidad. Los síntomas de la endometriosis pueden incluir períodos menstruales dolorosos, dolor al mantener relaciones sexuales, sangrado entre períodos o dolor al hacer pis o caca. Otra afección común de la salud reproductiva que afecta a entre el 6 % y el 12 % de las mujeres estadounidenses en edad reproductiva es el síndrome de ovario poliquístico o SOP. El SOP es un conjunto de síntomas que incluyen períodos irregulares, cambios en el crecimiento de la piel y el cabello, quistes anormales en los ovarios y problemas de fertilidad causados por desequilibrios hormonales. Muchas mujeres también padecen fibromas uterinos, o crecimientos sobre o dentro del útero. Los fibromas no son cancerosos y muchos no generan ningún síntoma, pero algunas mujeres presentan menstruaciones abundantes o más largas, dolor en la parte baja del abdomen o la espalda y molestias al ir al baño.

Dado que el dolor de las mujeres suele desestimarse o menospreciarse, a veces estas afecciones pueden tardar meses o años en diagnosticarse adecuadamente. Existen opciones de tratamiento para controlar los síntomas y mejorar la salud y la función reproductivas, pero solo pueden ofrecerse una vez que las pacientes han recibido un diagnóstico adecuado. Es importante que los proveedores de atención médica escuchen las experiencias de las mujeres y ofrezcan servicios y asistencia para tratar su dolor y sus molestias.

Empieza a hablar del tema hoy mismo. Ya sea hacer preguntas, compartir tu historia o simplemente escuchar, cada pequeño aporte ayuda a derribar las barreras y construir una comunidad más solidaria. Recuerda que hablar abiertamente sobre la salud de la mujer no es solo para las mujeres: es para todos. Juntos podemos marcar una diferencia.