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El estrés y tu salud

El estrés y tu salud

El estrés es una reacción a un cambio o desafío. A corto plazo, el estrés puede ser útil. Te hace estar más alerta y te da energía para terminar tus tareas. Pero el estrés a largo plazo puede ocasionar problemas de salud graves. Las mujeres son más propensas que los hombres a experimentar síntomas de estrés, entre ellos dolores de cabeza y malestar estomacal. Además, las mujeres son más propensas a padecer afecciones de salud mental que empeoran con el estrés, como la depresión o la ansiedad.1

¿Qué es el estrés?

El estrés es la forma en que reacciona tu cuerpo ante ciertas situaciones, como un peligro repentino o un desafío de larga duración. Durante los eventos estresantes, tu cuerpo libera químicos llamados hormonas, como la adrenalina. La adrenalina te da un golpe de energía que ayuda a lidiar y responder ante el estrés. Por ejemplo, un tipo de estrés es la sacudida que puedes sentir cuando un auto frena de repente adelante de ti. Esta sacudida de adrenalina te ayuda a pisar los frenos rápidamente para evitar un accidente.

El estrés puede oscilar entre leve y de corto plazo a más extremo y de largo plazo. El estrés crónico (de largo plazo) puede afectar tu salud física y mental.

¿Cuáles son los síntomas del estrés?

El estrés afecta de forma diferente a cada persona. El estrés crónico o de largo plazo afecta a las mujeres de las siguientes formas:

  • Dolor, p. ej., dolor de espalda
  • Acné y otros problemas cutáneos, como sarpullidos o urticaria
  • Dolores de cabeza
  • Molestia estomacal
  • Sentir que no tienes el control
  • Olvidos
  • Falta de energía
  • Falta de enfoque
  • Comer en exceso o no comer lo suficiente
  • Enojarse fácilmente
  • Dificultades para conciliar el sueño
  • Consumo de drogas y alcohol
  • Falta de interés en las cosas que solías disfrutar
  • Menos interés de lo normal en el sexo

¿Qué causa estrés?

Las personas pueden sentirse estresadas por muchos factores diferentes. Los ejemplos de las causas comunes del estrés a corto plazo incluyen:

  • Quedarse atascada en el tránsito o perder el autobús
  • Una discusión con tu cónyuge o pareja
  • Problemas monetarios
  • Una fecha de entrega en el trabajo

Los ejemplos de las causas comunes del estrés a largo plazo incluyen:

  • Pobreza o problemas financieros. La depresión es más común en mujeres cuyas familias viven por debajo del nivel federal de pobreza.2 Las mujeres pobres que cuidan de sus hijos u otros familiares, como así también de sí mismas, pueden experimentar un estrés más grave.3,4
  • Discriminación. Todas las mujeres tienen riesgo de sufrir discriminación, como la discriminación de género en el trabajo. Algunas mujeres experimentan discriminación por su raza, etnia u orientación sexual.5,6 Los eventos estresantes, como aprender una nueva cultura (para las inmigrantes de Estados Unidos) o experimentar discriminación, ponen a las mujeres en mayor riesgo de sufrir depresión o ansiedad.
  • Eventos traumáticos. Experimentar un trauma, como estar en un accidente o desastre o sufrir abuso sexual, emocional o físico en la infancia o adultez, puede ponerte en mayor riesgo de sufrir depresión7 y otros trastornos.8 Las mujeres son más propensas que los hombres a experimentar ciertos tipos de violencia, como la violencia sexual,9 lo que es más probable que genere afecciones de salud mental, como el trastorno por estrés postraumático (TEPT).

El estrés continuo y de bajo nivel puede ser difícil de notar, pero también puede generar problemas de salud graves. Si te sientes estresada, prueba estos consejos para ayudarte a controlar el estrés. Si necesitas más ayuda para controlar el estrés, habla con un médico, enfermera o profesional de la salud mental.

¿Cómo afecta el estrés a la salud de la mujer?

Algunos de los efectos del estrés en la salud son iguales para hombres y mujeres. Por ejemplo, el estrés puede provocar problemas para dormir y sistemas inmunológicos más débiles. Sin embargo, el estrés también afecta a las mujeres de otras formas.

  • Cefaleas y migrañas. Cuando estás estresada, los músculos se tensan. La tensión a largo plazo puede generar cefalea, migraña y dolores generales en el cuerpo. Las cefaleas tensionales son comunes en las mujeres.10
  • Depresión y ansiedad. En el último año, las mujeres fueron dos veces más propensas que los hombres a tener síntomas de depresión.11 Las mujeres son más propensas que los hombres a padecer un trastorno de ansiedad, como el trastorno por estrés postraumático, el trastorno de pánico o el trastorno obsesivo compulsivo.12 Las investigaciones sugieren que las mujeres pueden sentir con mayor intensidad o tener más síntomas de estrés que los hombres. Esto puede aumentar su riesgo de padecer depresión y ansiedad.1
  • Problemas cardíacos. Los altos niveles de estrés pueden aumentar la presión arterial y la frecuencia cardíaca. Con el tiempo, la hipertensión puede causar problemas de salud graves, como accidentes cerebrovasculares y ataques cardíacos. Las mujeres jóvenes con antecedentes de problemas cardíacos tienen riesgo de que el estrés afecte de forma negativa a su corazón.13 Obtén más información sobre el estrés y la enfermedad cardíaca.
  • Malestar estomacal. El estrés a corto plazo puede causar problemas estomacales, como diarrea o vómitos. El estrés a largo plazo puede generar el síndrome del intestino irritable (SII), una afección que es dos veces más común en mujeres que en hombres.14 El estrés puede empeorar los síntomas del SII, como los gases y la distensión estomacal.
  • Obesidad. El vínculo entre el estrés y el aumento de peso es más fuerte para las mujeres que los hombres.15 El estrés aumenta la cantidad de una hormona en tu cuerpo denominada cortisol, lo que puede provocar que comas en exceso y que tu cuerpo almacene grasa.
  • Problemas para quedar embarazada. Las mujeres con mayores niveles de estrés son más propensas a experimentar problemas para quedar embarazadas que las mujeres con bajos niveles de estrés. Además, no quedar embarazada cuando lo deseas puede ser una causa de estrés.16
  • Problemas en el ciclo menstrual. Las mujeres que experimentan estrés crónico o a largo plazo pueden tener síntomas de síndrome premenstrual (SPM) más intensos17 o períodos irregulares. Algunos estudios vinculan un abuso o trauma pasado con un SPM más intenso.18
  • Disminución del deseo sexual. Las mujeres con estrés a largo plazo pueden tardar más en excitarse o pueden tener menos deseo sexual que las mujeres con bajos niveles de estrés. Si bien no es sorprendente, al menos un estudio arrojó que las mujeres con mayores niveles de estrés estaban más distraídas durante el sexo que las demás mujeres.19

¿Qué es el trastorno por estrés postraumático (TEPT)?

El TEPT es una enfermedad que experimentan algunas personas después de atravesar un trauma. El TEPT puede ocurrirle a alguien que ha vivido o sido testigo de un crimen violento o una guerra. También puede suceder después de un evento traumático repentino, como la muerte de un ser querido, el abuso físico o sexual o un accidente automovilístico grave.

Las mujeres son dos veces más propensas que los hombres a desarrollar TEPT. Algunos síntomas de TEPT también son más comunes en mujeres que en hombres. Por ejemplo, las mujeres son más propensas a:20

  • Sentirse nerviosas
  • Tener más dificultades a la hora de sentir emociones
  • Evitar lo que les recuerda el trauma
  • Sentirse deprimidas y ansiosas

Obtén más información sobre los síntomas y tratamientos del TEPT.

¿Las mujeres tienen una reacción diferente ante el estrés que los hombres?

Sí, los estudios demuestran que las mujeres son más propensas que los hombres a experimentar síntomas de estrés. Las mujeres estresadas son más propensas que los hombres estresados a experimentar depresión y ansiedad.21 Los expertos no saben con seguridad el motivo de las diferencias, pero podría deberse a la manera en que el cuerpo de los hombres y las mujeres procesa las hormonas del estrés. Es muy probable que el estrés a largo plazo genere problemas de humor y ansiedad en las mujeres.22

¿Cómo afecta el estrés al embarazo?

Es normal sentirse estresada durante el embarazo. Tu cuerpo y tus hormonas están cambiando, y posiblemente te preocupes por tu bebé y los cambios que él o ella traerá a tu vida. Sin embargo, demasiado estrés durante el embarazo puede dañar tu salud y la de tu bebé.

El estrés durante el embarazo puede empeorar los malestares propios del embarazo, como problemas para dormir y dolor corporal. También puede generar problemas más graves, tales como:

  • Depresión. La depresión durante y después del embarazo puede afectar el desarrollo de tu bebé. Obtén más información sobre la depresión durante y después del embarazo.
  • Problemas de alimentación (no comer lo suficiente o comer demasiado). Las mujeres que tienen bajo peso o que aumentan demasiado de peso durante el embarazo tienen riesgo de sufrir complicaciones, tales como parto prematuro (parto antes de las 37 semanas de embarazo) y diabetes gestacional. Obtén una recomendación personalizada sobre cuánto peso puedes aumentar durante el embarazo.
  • Hipertensión. La hipertensión durante el embarazo te pone en riesgo de padecer una afección grave denominada preeclampsia, parto prematuro y tener un bebé de bajo peso al nacer (un bebé que pese menos de 5½ libras).

Habla con tu médico sobre el estrés y prueba estos consejos para ayudarte a controlar el estrés. Aprende cómo el estrés afecta también a la lactancia materna.

¿Qué puedo hacer para ayudar a controlar el estrés?

Todas las personas lidian con el estrés en algún punto de su vida. Puedes tomar medidas para ayudarte a lidiar con el estrés de una forma positiva.

  • Toma respiraciones profundas. Esto te obliga a respirar más lento y ayuda a relajar tus músculos. El oxígeno adicional envía un mensaje al cerebro para calmar y relajar tu cuerpo.
  • Estírate. Al estirarte podrás relajar los músculos y sentirte menos tensa.
  • Escribe tus pensamientos. Lleva un diario o solo anota las cosas por las que estás agradecida para ayudarte a controlar el estrés.
  • Tómate un tiempo para ti misma. Podría ser escuchar música, leer un buen libro o ir al cine.
  • Medita. Los estudios demuestran que la meditación, un tiempo establecido de tranquilidad para centrar tu mente en un pensamiento positivo o neutral, puede ayudar a disminuir el estrés.23 Además de los tratamientos médicos tradicionales, la meditación también puede ayudar a mejorar la ansiedad, algunos síntomas de la menopausia, los efectos secundarios de los tratamientos del cáncer y también puede ayudar a disminuir la presión arterial.24 La meditación suele ser segura para todas las personas, y existen guías de meditación gratuitas disponibles en línea.
  • Duerme lo suficiente. La mayoría de los adultos necesita entre 7 y 9 horas de sueño por noche para sentirse descansados.
  • Come sano. La cafeína o los alimentos ricos en azúcar te dan sacudidas de energía que desaparecen rápidamente. En su lugar, come alimentos con vitaminas B, como bananas, pescado, aguacate, pollo y vegetales con hojas verdes oscuras. Los estudios demuestran que la vitamina B ayuda a aliviar el estrés al regular las células nerviosas y cerebrales.25 También puedes tomar un suplemento de vitamina B si tu médico o enfermera lo aprueba.
  • Ponte en movimiento. La actividad física puede relajar tus músculos y mejorar tu humor. La actividad física puede ayudar a aliviar los síntomas de la depresión y la ansiedad.26 La actividad física aumenta los niveles de los químicos del "bienestar" en tu cuerpo, denominados endorfinas. Las endorfinas ayudan a mejorar tu humor.
  • Intenta no manejar el estrés de formas poco saludables. Esto incluye beber alcohol o comer en exceso, consumir drogas o fumar. Estos mecanismos pueden ayudarte a sentirte mejor en el momento, pero pueden agregar más niveles de estrés a largo plazo. Intenta sustituirlos con formas más saludables de lidiar con el estrés, como pasar tiempo con familiares y amigos, hacer actividad física o encontrar un nuevo pasatiempo.
  • Habla con tus amigos o familiares. Pueden ayudarte a ver tus problemas de otra forma y sugerir soluciones. O bien, ser capaz de hablar con un familiar o amigo acerca de una fuente de estrés puede ayudarte a sentirte mejor.
  • Busca ayuda profesional si la necesitas. Tu médico o enfermera puede sugerir el asesoramiento o recetarte medicamentos, tales como antidepresivos o medicamentos para dormir. También puedes encontrar un terapeuta en tu área utilizando el buscador de servicios de salud mental en la parte superior izquierda (vista de escritorio) o en la parte inferior (vista para teléfono móvil) de esta página. Si las relaciones importantes con la familia o amigos son una fuente de estrés, un consejero puede ayudarte a aprender nuevas habilidades emocionales y para las relaciones.
  • Organízate. Ser desorganizada es un signo de estrés, pero también puede generarlo. Las listas de quehaceres ayudan a organizar tu trabajo y tu vida en casa. Clasifica cuáles son las tareas más importantes en casa y en el trabajo, y hazlas primero.
  • Ayuda a otras personas. Realizar tareas como voluntaria en tu comunidad puede ayudarte a hacer nuevas amistades y sentirte mejor sobre ayudar a otros.

¿Pudimos responder tus preguntas sobre el estrés y tu salud?

Para obtener más información acerca del estrés y tu salud, llama a la línea de ayuda de OWH al 1-800-994-9662 o consulta los siguientes recursos de otras organizaciones:

Fuentes

  1. Hammen, C., Kim, E.Y., Eberhart, N.K., Brennan, P.A. (2009). Estrés crónico y agudo y los predictores de depresión severa en mujeres (versión en inglés). Depression and Anxiety; 26(8): 718–723.
  2. Brody, D.J., Pratt, L.A., Hughes, J. (2018). Prevalencia de depresión en adultos mayores de 20 años: Estados Unidos, 2013-2016 (versión en inglés). NCHS Data Brief, N.° 303. Hyattsville, MD: Centro Nacional de Estadísticas de Salud.
  3. Wadsworth, M.E. (2012). Trabajar con familias de bajos recursos: lecciones aprendidas de la investigación básica y aplicada sobre las maneras de lidiar con el estrés relacionado con la pobreza (versión en inglés). Journal of Contemporary Psychotherapy; 42(1): 17–25.
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